El consistorio de Riba-roja se encarga de los actos lúdicos y la cofradía de los religiosos
El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha decidido asumir directamente la organización de las fiestas patronales del Cristo de los Afligidos después de que peligrase su celebración por la ausencia en esta edición de festeros. El consistorio se encarga de la parte lúdica, mientras que la cofradía y la Iglesia de la Asunción preparan los actos religiosos cuyo punto álgido ha tenido lugar este fin de semana y se prolongará al próximo.
Los problemas que padecen estas fiestas muy arraigadas históricamente entre los vecinos de Riba-roja de Túria se arrastran desde hace años cuando anteriormente se dedicaban todos los esfuerzos y recursos económicos a las fiestas de la Mare de Déu d’agost, mientras que las fiestas patronales de septiembre quedaban reducidas a un número escaso de actos y actividades.
El actual equipo de gobierno se enfrentó al problema endémico de las fiestas patronales tras tomar posesión en junio de 2015 por la ausencia de festeros para encargarse de organizar las fiestas patronales, aunque se prepararon algunas actividades.
No es la primera vez que la parte lúdica queda suspendida en las fiestas patronales. En la edición del pasado año se pudieron organizar con mayor tiempo coincidiendo con la conmemoración del 75 aniversario del Cristo de los Afligidos gracias a un grupo de jóvenes que se comprometió a prepararlas.
Sin embargo, este año las fiestas del Cristo corrían otra vez serio peligro de celebrarse por la ausencia de una asociación o entidad que se encargase de organizar las actividades y actos lúdicos que tienen lugar durante la primera quincena de septiembre mientras que de la parte religiosa y eucarística se hace cargo la cofradía del Cristo de los Afligidos y la parroquia de la Asunción.
Entre las novedades destacan actuaciones musicales de grupos de rock locales como Bajoqueta Rock, de los alumnos del conservatorio de música o la banda sinfónica de la Unió Musical. También se ha recuperado algunas celebraciones típicas e históricas como la noche de las paellas con las cordaes y los pasacalles de cohetes y las mascletaes y la instalación de un mercado visigodo.
Entre los actos religiosos se mantienen la procesión, los denominados quinarios que tienen lugar entre las 22 y las 23 horas, la misa en honor al patrón y la cena de hermandad del 9 de septiembre en la plaça de la Torre.
Las fiestas de esta edición se centrarán también en las VI jornadas gastronómicas en las que participan cinco restaurantes con productos locales, la promoción del menú visigodo. Los Moros y Cristianos completarán la oferta lúdica que culmina con una cabalgata, con 18 carrozas, además de la nit de artistas locales.
El alcalde de Riba-roja, Robert Raga, ha destacado que el principal objetivo “pasa por volver a los orígenes que desde siempre han tenido estas fiestas patronales que, a diferencia como otras localidades cercanas como Benaguasil, Llíria, Loriguilla o l’Eliana, quedaban deslucidas y empequeñecidas. Ahora nuestro objetivo pasa por unir a toda la ciudadanía; agradecemos el gran esfuerzo de la sociedad civil, la junta local fallera, las comisiones falleras, la asociación de Boixeteres i Bunyoleres, los moros y cristianos, los festeros de Sant Antoni, la peña ciclista y el club de pilota, entre otros”.