El acto se enmarca dentro de las celebraciones por el 50º aniversario del traslado de Marines
El pasado domingo 15 de octubre será una fecha que quedará marcada para siempre en la historia reciente de Marines. En un año en el que se celebra el 50º aniversario del traslado del pueblo al nuevo emplazamiento (debido a un derrumbamiento en el pueblo antiguo provocado por las lluvias torrenciales de 1957, que se cobró la vida de seis personas), uno de los actos más esperados era la Romería del Cristo de las Mercedes.
Más de 500 personas de todas las edades participaron en la Romería, que se celebraba por segunda vez (la primera fue en 1992, coincidiendo con el 25º aniversario del traslado). A las 8:30 horas partían un total de nueve autobuses desde Marines Nuevo en dirección al antiguo pueblo, hoy conocido como Marines Viejo. Allí, la jornada comenzó con una Misa en la plaza del pueblo en honor al patrón, el Cristo de las Mercedes, y en memoria de las personas fallecidas a causa de las fatídicas lluvias de octubre de 1957.
Tras la Misa, se leyó una poesía conmemorativa y se cantó la emotiva Canción de la Riada, que recuerda aquellas lluvias y el traslado al nuevo pueblo, en 1967. La alcaldesa de Marines, Mª Dolores Celda, también pronunció unas palabras de recuerdo sobre el antiguo emplazamiento del pueblo y sobre lo que supuso para los vecinos y vecinas el cambio a la nueva ubicación. Tras ello, los asistentes disfrutaron de un almuerzo popular que les sirvió para coger fuerzas para la Romería.
Sobre las 10:45 horas se iniciaba la marcha, encabezada por el Cristo de las Mercedes, portado en andas por los mozos y mozas de la población. La Sociedad Musical “La Marinense” acompañó a la imagen hasta la salida del pueblo, donde se formó la comitiva en dirección a Marines Nuevo a través de la CV-25.
En un ambiente festivo y de hermandad, los asistentes recorrieron los cerca de 10 km que separan ambos núcleos urbanos. A su paso por Olocau, la comitiva realizó un alto en el camino para honrar a la patrona de la población, la Virgen del Rosario. Allí fueron recibidos por el alcalde de Olocau, Antonio Ropero, quien mostró su agradecimiento por el gesto.
Alrededor de las 14:45 horas, la Romería hacía su entrada en Marines Nuevo. Una vez más, la música festiva de “La Marinense”, el repique de las campanas y los fuegos artificiales anunciaban la entrada del patrón a la plaza del pueblo, donde numerosos vecinos y visitantes esperaban emocionados. Allí, a los pies de la Iglesia, se leyeron poemas y se bailaron danzas típicas de la población.
La jornada festiva se completó con una paella gigante en el Parque “El Real” de Marines, donde centenares de vecinos y vecinas festejaron juntos este día de fiesta de la identidad local. Por la tarde, la Asociación de Baile Tradicional de Marines y la Rondalla Raíces de Gátova ofrecieron un espectáculo de música y baile tradicional, que sirvió para cerrar la jornada.
Los actos de conmemoración del 50º aniversario del traslado de Marines continuarán este fin de semana, 21 y 22 de octubre, con una exposición sobre los pueblos construidos en los años 60 a través del conocido como “Plan Badajoz”, como es el caso de Marines.