El Museu de Prehistòria invita al profesor de la Universidad Autónoma de Madrid
El Museu de Prehistòria de València ha invitado al profesor de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, Fernando Quesada, a compartir las lecturas que suscita el friso del Vaso de los Guerreros de Llíria, hallado en 1934 y que se expone al público tras su restauración.
Quesada ha subrayado que en el Tossal de Sant Miquel de la ciudad edetana se desarrolló una cultura muy rica y que la pieza permite entender muchas cosas del mundo mediterráneo antiguo.
El museo dependiente del área de Cultura de la Diputació de València, exhibe en sus salas la exposición temporal ‘El enigma del Vaso. Obra maestra del arte ibérico’, que se centra en el célebre Vaso de los Guerreros de Llíria y se acompaña de actividades como talleres o conferencias.
En su conferencia sobre las ‘Novedades y mutaciones en la guerra de los pueblos íberos en época de Aníbal’, Quesadaha explicado los cambios más significativos que se producen en la guerra y en las armas durante los siglos III y II a.C. y que en parte se ven reflejados en la decoración pintada del vaso. “Este vaso habla del final de un mundo, es un testimonio maravilloso de la época de Aníbal, porque se modeló y se pintó durante la II Guerra Púnica, conflicto bélico que afectó a los pueblos ibéricos a finales del siglo III”.
Quesada ha afirmado que El Vaso de los Guerreros es “una de las obras maestras, no sólo del arte ibérico, sino de toda la península y podríamos considerarla una de las grandes obras del arte periférico al mundo clásico. Es un arte de una enorme complejidad iconográfica, de una gran minuciosidad”.
El profesor ha alabado la decoración del vaso, que llama la atención por su tamaño, y tiene muchas lecturas, como la del contexto en el que se halló, un santuario donde se congregaban personas para llevar a cabo rituales de comensalidad.
Quesada ha destacado la cultura ibérica como “resultado de una dinámica interna, con influencias cartaginesas, fenicias, griegas, y romanas. Todo es un crisol de influencias. Y en el Tossal de Sant Miquel de Llíria en particular, encontramos a través de la decoración una cultura muy rica y desarrollada, de hecho ya tenían moneda, y escrituras con textos que reflejan una civilización mucho mayor que la de una cultura bárbara”.
El Museu de Prehistòria de València ha revisado esta pieza excepcional para la historia de los íberos. “El estudio que se ha hecho con motivo de la exposición por parte de los comisarios ha revelado nuevos datos sobre la decoración de esta cerámica, por ejemplo sobre cómo se pintó, o se han detectado detalles iconográficos que se habían pasado por alto en anteriores estudios. Siempre se descubren cosas nuevas y hemos reflejado las novedades en el catálogo de la exposición, que hará que este trabajo perdure”, ha manifestado Quesada.
Por último, ha destacado la importancia que tiene este trabajo porque esta pieza “es relevante para entender muchas cosas del mundo mediterráneo. Este vaso es un objeto reflejo de acontecimientos que modelaron el mundo mediterráneo durante siglos. Además, el dibujante y el alfarero que lo hicieron posiblemente estaban viendo figuras que ahora vemos en los libros de historia. Sabían quién era Aníbal, Asdrúbal, Escipión, y eso es una herencia relevante para todo el mundo”.
Coincidiendo con el 90 aniversario de la creación del museo, el Vaso de los Guerreros se presenta tras su reciente restauración junto a otras cerámicas figuradas y armas representadas. También se exponen documentos de archivo, como fotografías, el diario de excavación y los primeros calcos y dibujos originales del friso, que han permanecido custodiados más de 80 años y que se muestran, por primera vez, al público en una exposición que se ha prorrogado hasta el próximo verano.