El Ayuntamiento da un plazo de 30 días a los propietarios
El Ayuntamiento de Llíria ha aprobado casi una década después del primer intento en 2009 la retirada de los símbolos franquistas que aún perviven en inmuebles y calles de la localidad de Camp de Túria.
El último pleno celebrado el pasado 25 de octubre aprobó la moción presentada por Compromís-Move con los votos a favor de los concejales de la coalición, PSPV y Llíria Puede y de la exconcejal socialista Isabel Aigües y la abstención de los concejales del PP en la que se insta a eliminar la simbología y placas del régimen golpista visibles calles y plazas de Llíria.
El concejal de Cultura y Memoria Histórica, Paco Garcia, ha defendido que después de 40 años de democracia “es el momento de reparar y restituir la memoria en la capital del Camp de Túria”.
El portavoz del grupo municipal Compromís ha recordado que esta propuesta ya se presentó en el año 2009, con la Ley 57/2007 de Memoria estatal aprobada, “pero el PP con su mayoría absoluta lo impidió”. Ahora, casi una década después y con la nueva Ley de Memoria Democrática Valenciana también en vigor, el consistorio insta a los propietarios de las viviendas y comunidades de propietarios a que retiren la simbología franquista.
Desde la bancada popular, justificaron su abstención en que pese a que “acatamos la ley” no comulgan con la retirada de la cruz de la Torreta porque “una cruz no hace ningún daño”, aunque este elemento no figura en esta primera propuesta.
Los populares abundaron en que “se extrapolan situaciones” y a su juicio las leyes de Memoria Histórica “van más allá”, con un “ánimo revanchista”.
La propuesta que ha aprobado el municipio de Llíria recoge que si los propietarios no retiran los símbolos de forma voluntaria en un plazo de 30 dias se dará cuenta al Instituto Valenciano de la Memoria Democrática para que se incoe expediente subsidiario de retirada.
Una los de elementos que se retirarán es la placa de piedra situada en la isla interior del grupo de 50 viviendas de la calle La Purísima dedicada al médico y miembro de la Falange en Valencia, Francisco Marco Merenciano, psiquiatra que denunció al doctor Peset Aleixandre, que fue condenado a muerte tras dos consejos de guerra y fusilado en Paterna en mayo de 1941.
En el acuerdo, que recoge la propuesta del Comisionado de Expertos de la Memoria Histórica de Llíria, figura la relación de una docena de placas de metal en la que se hace mención expresa de personajes o militares o que representan símbolos franquistas y que se exhiben en viviendas de protección oficial.