La temporada del Valencia CF este año ha sido llena de altibajos y caracterizada por una serie de trompicones que han impedido a los de Marcelino encontrar el equilibrio justo para ir hasta el final en Europa y asegurarse un lugar en la próxima Champions League. La derrota en la semifinal de la Europa League contra el Arsenal, equipo inglés entrenado por el ex técnico Che Unai Emery, ha supuesto un golpe importante al ánimo del conjunto valenciano, que ahora corre el serio riesgo de quedarse sin puestos europeos el año que viene.
En la temporada pasada, el equipo entrenado por Marcelino había sorprendido a todos en la Liga Santander, gracias también a la falta de compromisos internacionales. Este año, sin embargo, ha demostrado no poder mantener la continuidad de rendimiento teniendo que dividirse entre el campeonato nacional y los torneos europeos. Tras bajar de la Champions League como tercero de su grupo, el Valencia era uno de los favoritos a la victoria de la Europa League, pero no ha podido con un Arsenal más experto y concreto, sobre todo en la delantera. Dos derrotas en dos partidos han marcado la Europa League de los Che, que ahora vuelven a casa con la sensación amarga de no haber amenazado en ningún momento a los Gunners, que jugarán la final con el Chelsea.
Con pocas posibilidades de poder conseguir un puesto para la próxima Champions League a través de la Liga de este año, los hombres de Marcelino harán hincapié en la final de Copa del Rey que tendrá lugar el próximo 25 de mayo en el estadio Benito Villamarín de Sevilla. La casa del Betis será el escenario de una final importante para ambos equipos, pero sobre todo para el Valencia, que necesita ganarla no solamente por el prestigio sino también para poder asegurarse un lugar en la próxima edición de la Europa League, una competición que ganó por última vez en el año 2004, cuando en su banquillo se sentaba Rafa Benítez. Por otro lado, el Barcelona, el rival del Valencia en esta final, tendrá ganas de revancha tras haber sido eliminado en la semifinal de la Champions League por el Liverpool de manera muy rocambolesca.
El conjunto culé, que ha sufrido una remontada histórica en Anfield Road, querrá agregar el título de Copa al de Liga ya conseguido este año y de esa manera alejar la amargura por la eliminación en la competición que todos sueñan con ganar. Por este motivo, los blaugranas estarán muy hambrientos en la final de Sevilla, en la que el Valencia tiene el rol de tapado según los pronósticos que se suelen hacer antes de este tipo de partidos.
La
ventaja de los Che será la de tener que enfrentarse a un Barça hundido por
cuanto ocurrido en Europa. El Valencia tendrá, entonces, la posibilidad de
salvar una temporada en una sola noche y contra un rival grande pero herido.