Los padres de los alumnos se opusieron a la reubicación en la biblioteca
El Ayuntamiento de Náquera ha renunciado definitivamente al traslado de la escoleta municipal al edificio Vinyes ante las protestas de los padres de los alumnos de 0 a 3 años que acuden a diario a la guardería y tratará de realojarlos en el nuevo colegio público Emilio Lluch mientras se realizan las obras en la edificio de la guardería, afectado por grietas estructurales.
Tras las las firmas presentadas por registro de entrada, la queja al Síndic de Greuges y la manifestación de los afectados y de los representantes de los grupos de la oposición a las puertas del Ayuntamiento en contra de la decisión “unilateral” adoptada por el equipo de Gobierno, el alcalde de UPdN, Damián Ibáñez, ha remitido a los padres de los alumnos un comunicado en el que anuncia que “no se realizará definitivamente el traslado al edificio Vinyes”.
Asimismo se informa en el escrito firmado por el primer edil, al que ha tenido acceso InfoTúria.com que se está tramitando la autorización administrativa correspondiente para realizar el traslado de la escoleta al colegio público de la localidad, inaugurado este curso.
Esta era alternativa propuestaspor los padres de los alumnos afectados que han mantenido desde el principio que la biblioteca no reunía las condiciones de seguridad necesarias para albergar una guardería con niños de 0 a 3 años. “Al final se ha impuesto la lógica. No podía ser de otra manera”, señala aliviada una de las madres que lleva a su hijo a la escuela infantil.
Al mismo tiempo, en la nota con fecha de ayer, se informa a los afectados del retraso en las obras previstas de reparación de los cimientos del edificio de la escoleta, donde aparecieron las grietas.
El motivo de este retraso en el inicio de los trabajos es según el alcalde es que no se dispone todavía de la autorización de intervención arqueológica por parte de la Dirección General de Patrimonio. “Aún no se ha remitido a este ayuntamiento el informe necesario de prospección arqueológica para llevar a cabo las obras”.
La intención del consistorio era iniciar las obras ya que en abril expiraba el plazo de la Diputació de València para ejecutar los trabajos subvencionados con 30.000 euros por parte de la corporación provincial.