El B-Club, centro de ocio construido en Benaguasil para convertirse en el punto de encuentro de los adolescentes y jóvenes de la localidad, ha dejado de estar gestionado por la empresa pública Actividades Públicas de Benaguasil, SL. Desde el consistorio se asegura que, aunque hace meses que este espacio tiene cerradas sus puertas, “no se renuncia a este proyecto”. Desde la oposición, se critica la gestión de una iniciativa “que ha costado 1,2 millones de euros y ha acumulado unas pérdidas de otros 180.000 euros”.
José García
Duras críticas de la formación EUPV hacia el equipo de gobierno que encabeza el popular José Joaquín Segarra, que decidió el pasado 8 de agosto liquidar la empresa pública Actividades Públicas de Benaguasil, SL. Dicha sociedad se encargaba de gestionar el espacio de ocio B-Club, un polémico proyecto que en todo momento ha contado con un visceral rechazo de las formaciones políticas de la oposición en este municipio.
El B-Club se edificó empleando fondos del gobierno de España (que provenían del ‘Plan E’, durante el mandato de Rodríguez Zapatero) y aportaciones puntuales de la Diputación de Valencia. En total, el coste estuvo en torno a 1,2 millones de euros. La controvertida decisión de los gobernantes locales (del PP) contó con los votos en contra de PSOE y EUPV.
El B-Club se concibió como un espacio de ocio que ofrecía a jóvenes de la localidad la posibilidad de tener un espacio en el que divertirse y asistir a conciertos, sin tener que abandonar el municipio. Aunque desde el Ayuntamiento de Benaguasil se insistía en que este espacio estaba preparado para acoger presentaciones de Fallas y otros colectivos locales, talleres de baile, exposiciones fotográficas o proyecciones de cortometrajes, la oposición calificó este proyecto como “una discoteca que promociona el uso y el abuso del alcohol a bajo coste, que permanece abierta hasta altas horas de la madrugada y que genera molestias entre los vecinos, en forma de contaminación acústica”.
Lo cierto es que la polémica no ha abandonado este proyecto, que vio la luz en octubre de 2010 y cuyas puertas estaban cerradas desde hace varios meses. En ese intervalo de tiempo, según explica el portavoz de EUPV, José Cervera, “se han ido acumulando pérdidas hasta alcanzar una cifra de 180.224 euros, lo que equivale a 9.000 euros por cada mes de vida de esa instalación municipal”.
Cervera ha calificado el proyecto del B-Club como “un fracaso absoluto, tanto en lo social como en lo económico” y ha señalado que esta iniciativa “también ha contado con el rechazo de los empresarios locales del sector del ocio, que lo consideraban un claro ejemplo de competencia desleal”.
Desde el equipo de gobierno, por su parte, se señala que la decisión de acabar con la empresa pública Actividades Públicas de Benaguasil, SL “se debe al actual contexto económico” y a que el gobierno de España ha instado a los gobiernos municipales a prescindir de las empresas públicas que generen pérdidas.
Sin embargo, estas mismas fuentes aseguran que se sigue creyendo que el B-Club es una buena alternativa “para apostar por un ocio variado, más allá de la zona de música, en la que se han acogido actuaciones de grupos musicales con gente de la zona, monologuistas que dan sus primeros pasos, grupos de teatro locales y Fallas. La gente, influenciada por los partidos de la oposición local, lo ha considerado despectivamente como una simple ‘discoteca’, cuando eso no es así. En cualquier caso, se están buscando alternativas para que se logre otra gestión que permita a nuestra juventud disponer de un espacio de ocio al que se pueda acudir sin tener que desplazarse en coche, lo que supone una mayor seguridad para ellos y una mayor tranquilidad para sus familias”.