Los productos congelados han cogido sitio en la dieta de la población española, gracias a sus beneficios y a su durabilidad en el tiempo, manteniendo los alimentos frescos y con gran sabor durante mucho más tiempo del habitual.
Cada vez es más común no disponer del tiempo suficiente para la compra diaria de fruta, verdura o pescado, y la zona de la nevera destinada a productos congelados ha ampliado su tamaño. Pero con estos productos, la dieta sigue siendo sana y requiere menos dedicación la elaboración de platos exquisitos gracias a los productos congelados.
Estos productos se han convertido en un sector de peso en el mercado alimentario y la calidad de los productos es un aspecto destacable a la hora de decantarse por uno u otro de cara a la salud.
El procedimiento llevado a cabo para la congelación de este tipo de alimentos es de vital importancia, al igual que su correcta distribución y que la cadena de frío no se vea afectada en ningún momento, de forma que el producto llegue a cada hogar en perfectas condiciones.
A través del proceso de congelación mediante un método de conservación natural, se consiguen frenar los procesos enzimáticos y bacteriológicos de los alimentos por los que pasan durante su maduración, consiguiendo que se puedan consumir en un periodo de tiempo más amplio y con todas las garantías.
En cualquier supermercado, el consumidor encontrará productos congelados y precocinados de todo tipo, provenientes de distintas empresas, pero lo importante para saber diferenciar un producto de calidad es su etiqueta. Se deben escoger siempre aquellos alimentos que no dispongan de aditivos innecesarios y que sean lo más naturales posible, como ocurre con los productos de manumar.es.
Al igual que la congelación, su distribución es elemental, ya que una rotura de la cadena de frío para su conservación puede traducirse en una pérdida de propiedades del alimento, llegando incluso a la intoxicación alimentaria de la persona que lo ingiera.
Productos que requieren congelación
Prácticamente, todo tipo de alimentos pueden ser susceptibles de ser congelados, desde alimentos precocinados, a verduras, frutas, carnes e incluso pescado. Todo ello se debe a un desarrollo constante en las técnicas de congelación, cumpliendo con las normas requeridas de calidad, higiene y seguridad.
Para conseguir el éxito de proporcionar un producto congelado de máxima calidad en el mercado, se debe cuidar al detalle dichas normas y distinguirse por un producto que cuente con un sabor conservado a la perfección.
El pescado es la estrella en el ámbito de los productos congelados. Lo habitual es congelar el pescado recién pescado, para poder conservar al máximo sus nutrientes, y de esta forma se previene el crecimiento y desarrollo de bacterias tan temidas como el ‘anisakis’.
El consumo de pescado congelado de calidad puede llegar a ser incluso más sano que comer pescado fresco, ya que es necesario tener en cuenta un pequeño detalle, no todas las ciudades y provincias tienen acceso al mar y, por lo tanto, la llegada de la mercancía al destino puede tardar tiempo, lo que puede provocar que el pescado fresco no sea “tan” fresco.
La excelencia en productos congelados
Manumar es una empresa valenciana que lleva desarrollando su actividad desde hace más de tres décadas en el sector de la importación, venta y distribución de alimentos congelados de alta calidad.
Manumar se caracteriza por su innovación en los procesos de congelación y distribución de su mercancía, siendo unos apasionados de la labor que llevan a cabo, y eso por supuesto, se traduce en unos resultados impecables. Manumar es una empresa que se encuentra en constante cambio, su adaptación a las necesidades y exigencias del mercado son los factores importantes para su buen funcionamiento.
En esta empresa prestan especial atención a la satisfacción del cliente, y entre su amplia gama de productos de alta calidad, se puede evidenciar el mimo en cada detalle durante la elaboración y presentación de sus productos.