Llíria continúa con la celebración de los actos festivos en honor al copatrón de la ciudad hasta el próximo 19 de abril
Llíria vivió ayer uno de los días más emotivos, dentro de las fiestas en honor a su copatrón San Vicente Ferrer. Miles de personas participaron en la peregrinación desde la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora hasta la ermita, situada junto a la fuente donde el santo habría hecho brotar un manantial, para recordar el milagro del santo valenciano en la ciudad.
El alcalde de Llíria, Manuel Izquierdo, junto a la corporación municipal, la Cofradía de San Vicente y los mayorales de este año han acompañado a la imagen de San Vicente durante el recorrido de unos cuatro kilómetros.
Los romeros disfrutaron de un almuerzo popular y, posteriormente, se celebró una misa y la tradicional y centenaria bendición de las aguas junto al olivo donde predicó el padre San Vicente Ferrer en 1410.
A continuación, en el retorno a Llíria, a la llegada a la iglesia de María Madre ha tenido lugar el encuentro entre las imágenes de San Vicente y San Miguel.
Esta peregrinación recuerda el milagro del santo valenciano en la ciudad. Según las fuentes históricas, en 1410 el antiguo manantial estaba prácticamente seco, por lo que el Consell General de la villa de Llíria, reunido en sesión extraordinaria, acordó que sus jurados fueran al valle de Albaida al encuentro de San Vicente, quien atendió sus requerimientos y se trasladó a Llíria.
Tras tres días de abstinencia y penitencia colectiva, los vecinos, las autoridades, el clero y la comitiva de flagelantes y penitentes que seguían al fraile dominico se trasladaron el 30 de agosto en rogativa hasta el manantial en donde, según cuenta la tradición, obró el milagro de hacer brotar de nuevo el agua de la fuente.
Las fiestas en honor al copatrón de Llíria se desarrollarán hasta el próximo domingo 19 de abril.