Los repuestos de electrodomésticos han sufrido un aumento de la demanda, fruto sobre todo de una mayor conciencia ecológica que nos lleva a intentar reparar las máquinas que tenemos en casa, antes que comprar un modelo nuevo.
Además, desde la UE se está trabajando en que los fabricantes hagan máquinas que se puedan arreglar de una manera sencilla, obligando a que en el mercado podamos encontrar repuestos de lavadora o de cualquier otro electrodoméstico durante años.
La electroválvula es la culpable de que no entre agua
Cuando seleccionamos un programa, enseguida comienza a pasar el agua por el cajón y de ahí al tambor. Nosotros no hacemos nada, ya que es la electroválvula de lavadora la que se encarga de abrir el paso al agua. Como cualquier otra pieza, con el transcurrir de los años se estropea e impide que nuestra lavadora comience a lavar, pues no tiene agua en el tambor. Suele estar en la zona trasera, muy cerca de la manguera del agua, por lo que cambiarla no es complicado.
Cuando la correa del tambor se rompe, este deja de girar
Si el tambor no gira, no se puede lavar la ropa y esto pasa si la correa de lavadora se deshilacha o se parte. Al tambor no le llega la fuerza necesaria para girar, en especial en esas situaciones en las que lo cargamos con bastante ropa, que es cuando más se nota este fallo.
Con un poco de maña, y adquiriendo la correa en una tienda especializada, la vamos a poder cambiar dejando el electrodoméstico funcional para otros pocos años.
Si la bomba se rompe la lavadora no desagua
Otro fallo de los más típicos es que al acabar el programa de lavado el agua se queda en el tambor, sin llegar a salir del todo, así que no podemos abrir la puerta.
En la inmensa mayoría de las ocasiones la bomba del agua es la culpable. Si se ha atascado, se puede limpiar a través del filtro; y si se ha roto tendremos que cambiarla por otra nueva.
La goma de la puerta se pasa y se sale el agua
Nada más abrir la puerta de la lavadora percibiremos que en el agujero hay una goma bastante gruesa, la cual se encarga de hacer de junta de estanqueidad con la puerta. Conforme avanza el tiempo, la goma pierde propiedades. Se endurece y se agrieta, lo que significa que ya no realiza bien su trabajo y entonces el agua se sale al lavar.
Veremos que hay un pequeño charco debajo de la puerta, y si miramos bien el metal nos daremos cuenta de por dónde ha ido chorreando el agua desde el tambor hasta el suelo, de manera que la avería está clara.
Al fin nos hemos dado cuenta de que hay que arreglar los electrodomésticos en lugar de tirarlos. Por eso, cada vez hay más comercios en línea que nos venden todos los repuestos necesarios, como pasa con las lavadoras para las cuales podemos adquirir cualquier pieza que necesitemos.