La empresa que gestiona el complejo deportivo de San Antonio de Benagéber reclama al Ayuntamiento un acuerdo para seguir con el servicio
La piscina municipal de San Antonio de Benagéber podría cerrar sus puertas al público de forma “inminente”, según ha advertido hoy el grupo municipal Plataforma SAB. La empresa COMVAL SPORT SL que gestiona el recinto deportivo desde el 2009 ha admitido que está en “peligro” la continuidad del servicio si no se llega a un acuerdo con el nuevo gobierno local.
El grupo municipal Plataforma SAB ha hecho público hoy un comunicado, remitido a su vez por un usuario de la piscina municipal de San Antonio de Benagéber, en el que se revela la falta de acuerdo entre el Ayuntamiento y la empresa que gestiona las instalaciones municipales, lo que podría acarrear el “cierre inminente” del recinto deportivo.
En el escrito, facilitado por Plataforma SAB, Alfonso Caturla, en representación de la empresa adjudicataria COMVAL SPORT SL y de los trabajadores, sostiene que ha pedido “por todos los medios” al Ayuntamiento de San Antonio de Benagéber una reunión para “poder solventar la situación y llegar a acuerdos que no pongan en peligro la continuidad del servicio”.
Sin embargo, hasta la fecha, añade, “el Ayuntamiento no se ha dirigido a esta empresa ni a los trabajadores para nada, demostrando un desprecio e indiferencia total a los mismos”.
La empresa advierte que de prolongarse más esta situación “se ponen en riesgo la continuidad del servicio público que se está prestando en el complejo deportivo S.A.B habida cuenta de que no puede perderse más dinero por parte de la empresa ni de los trabajadores que están dejando su esfuerzo personal y económico en el mismo sin que el Ayuntamiento se responsabilice del mismo”.
La empresa, que gestiona las instalaciones municipales desde el año 2009 por concurso público, alega en el escrito que “no puede perder más dinero”, que el servicio es “deficitario” desde el inicio y que se ha visto obligada a hacer una fuerte inversión en el recinto.
En este sentido, recuerda que en principio el contrato se adjudicó para gestiona la piscina cubierta, pero que posteriormente se reconvirtió en complejo deportivo, lo que obligó a la empresa a invertir en un sala de spinning con 50 bicicletas, en un gimnasio con 30 máquinas y en dos salas de actividades dirigidas.