De entre los diferentes problemas que podemos llegar a tener, es la placa bacteriana uno de los principales. Se trata de una de las grandes amenazas que tiene nuestro organismo y pese a que en muchos casos pasa relativamente desapercibida, su impacto es notable. En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la placa bacteriana: ¿qué es?
Qué es la placa bacteriana
Antes de avanzar más, lo primero que vamos a hacer es describir exactamente a qué hace referencia el concepto de placa bacteriana. Mediante este concepto estamos describiendo la película pegajosa e incolora que se forma constantemente sobre los dientes. Pese a que en muchos momentos tenemos a descuidarla, la realidad es que está compuesta principalmente por bacterias: pero incluye mucho más que eso. Por ejemplo, restos de alimentos y saliva.
Pero ¿por qué es tan importante cuidarla? Lo primero que debemos conocer es que las bacterias presentes en la placa bacteriana son las principales responsables de la producción de ácidos que, si no se eliminan a tiempo, pueden dañar el esmalte dental y llevar a la formación de caries.
¿Cómo se forma la placa bacteriana? En este punto es importante conocer que este proceso comienza poco después de cada comida, ya que los carbohidratos y azúcares que ingerimos se descomponen por las bacterias en ácidos. Si a lo largo del día no se lleva a cabo una adecuada higiene bucal, la placa se va endureciendo y da paso al sarro. Esta última sustancia es más difícil de eliminar que la primera.
Un motivo de precaución
Como ya hemos mencionado previamente, lo primero que debemos tener en cuenta es que resulta esencial que nos protejamos de ella. La razón son los diferentes efectos negativos que puede tener si no se controla adecuadamente.
Uno de los primeros síntomas de advertencia lo encontramos cuando aparece la gingivitis, una inflamación de las encías que puede causar enrojecimiento, hinchazón y sangrado al cepillarse los dientes. En el caso de que no se trate a tiempo, el siguiente paso es sufrir periodontitis. En este caso, se trata de una infección que puede llegar a resultar más grave y que afecta los tejidos y huesos que sostienen los dientes. Si lo llevamos al extremo, es posible que lleguemos a sufrir, incluso, pérdida dental.
Además de los problemas dentales, la placa bacteriana también está relacionada con otros problemas de salud que son más más graves, como es el caso de las enfermedades sistémicas como la diabetes, enfermedades cardíacas y los problemas respiratorios.
Cómo protegernos
Como ya hemos mencionado, son muchos los problemas que podemos llegar a tener a través de la placa bacteriana. Motivo por el que es tan importante protegernos de ella. Pero ¿cómo podemos hacerlo? Existen muchas formas y, a continuación, te vamos a contar las principales.
- Cepillado regular: Es fundamental cepillarse los dientes al menos dos veces al día, utilizando una pasta dental con flúor. El cepillado ayuda a remover la placa bacteriana antes de que se endurezca y se convierta en sarro. Por tanto, nos previene de una gran cantidad de posibles amenazas.
- Uso de hilo dental: Muchas personas tienden a pensar que el hilo dental y los cepillos de dientes son incompatibles cuando la realidad es la contraria. El uso de hilo dental está más que recomendado.
- Enjuague bucal: Los enjuagues bucales nos pueden ayudar a reducir las bacterias en la boca y mantener el aliento fresco. Luchando contra uno de los grandes males de la placa bacteriana: el mal aliento.
Pese a que hay muchos más aspectos que pueden ayudarnos a cubrir nuestra salud dental, siempre es imprescindible cuidar de nuestros dientes a través de acciones como las mencionadas previamente.