¿Es posible converger el uso público en los Parques Naturales como verdadera oportunidad para el desarrollo socio económico de la población local? No sólo es posible, sino que obligatorio; vivimos en una sociedad cada vez más urbanizada en la que asistimos a un fenómeno contradictorio: por una parte, la población vive cada vez más de espaldas a la naturaleza y por otra, siente una extrema necesidad de entrar en contacto con ella.
Así los espacios naturales protegidos cumplen una función social de primer orden porque posibilitan un contacto seguro con la naturaleza en un entorno de calidad.
Por tanto, como vemos, entiendo que es necesaria para una convivencia más óptima, la protección medioambiental de nuestros paisajes y que vaya unida a una excelente gestión del uso público que se le otorgue.
Para conseguir este binomio enriquecedor para nuestra sociedad en su conjunto, estarán obligados todos los agentes que intervienen en la protección y el de-sarrollo socio económico de la población local a entenderse y participar conjuntamente para conseguir el objetivo, es decir, todos a una.
Quizá deberíamos preguntarnos por qué en la mayoría de las ocasiones, los parques naturales no son valorados positivamente por la población local.Sencillamente, y entre otras cuestiones, porque las restricciones a las actividades económicas que impone la declaración de un parque natural se ven más como un freno al desarrollo local que como un mecanismo de defensa para garantizar sus valores naturales y culturales. Por ello, es necesario y prioritario una mayor implicación de la población local en la gestión de los parques naturales.
En nuestra Comunidad Valenciana se ordenan y gestionan los parques naturales de manera unilateral por la autoridad autonómica sin contar ni tener en cuenta la opinión y participación de la población local, de ahí la infinidad de ocasiones de muestras de rechazo ante la figura del parque natural por parte de la población local.
Apresurémonos a invertir este sentimiento mayoritario que tenemos los moradores cotidianos de los municipios, los que de un día a otro se encuentran con la declaración de Parque Natural y como consecuencia las decisiones sobre el territorio del que les vio nacer y vivir se toman al margen de su opinión como parte integrante de la población local.
Un buen ejemplo a seguir para evitar estas desavenencias sería, desde mi opinión, la puesta en práctica del modelo que aplica la Federación de Parques Naturales de Francia, que consiste en lo que ellos denominan la “Charte” (Carta). Esta carta se trata de un instrumento que es “el contrato que desarrolla el proyecto de protección y de desarrollo de su territorio durante doce años como máximo”.
En la “Charte”, se recogen orientaciones y criterios de puesta en valor y desarrollo del parque y a la vez se elabora a iniciativa de los Consejos Regionales y participa activamente la población local. Con ella se pretende armonizar el desarrollo socio económico local sin el cual ninguna actuación sostenida en el tiempo llegará a ser positiva o beneficiosa para la relación protección y desarrollo.