Manuel Martínez, alcalde de Gátova
Manuel Martínez acaba de ‘liberarse’ de las siglas con las que accedió a la alcaldía de su pueblo tras la salida en bloque de Ciudadanos de todo su equipo para “explorar” nuevos caminos. Su profesión le lleva a diario hasta el instituto de Puçol, dónde imparte clases de música a los estudiantes de Secundaria y, aunque antes ha pasado por Llíria, Albacete, Valencia y Barcelona -la plaza la tiene en Cataluña-, nunca ha dejado de vivir en Gátova. Aficionado al deporte, lanzó su candidatura desde Facebook y acabó con una etapa de 26 años de alcaldía socialista.
Ya en frío, ¿cómo valora su salida voluntaria junto al resto de su equipo de Ciudadanos bajo cuyas siglas accedió a la alcaldía de Gátova?
Hemos preferido anteponer nuestro pueblo al partido, que debe ser un mecanismo. Nuestro hueco ahora estaría más hacia el Partido Socialista que hacia Ciudadanos. Después de que tras el último congreso abandonara la socialdemocracia no tenía sentido continuar. Nosotros siempre hemos pensado primero en el pueblo y después en el partido. Pero cuando presentamos nuestra candidatura la opción independiente siendo novatos en política no nos parecía la mejor. He sido crítico con el partido desde el principio y para tener la espada de Damocles y ante el riesgo de que no nos pudiéramos presentar de nuevo a las siguientes elecciones municipales lo que hemos hecho es marcharnos antes.
¿El futuro de su proyecto pasa por la plataforma cívica ‘Contigo’ que lidera el ex diputado de Ciudadanos José Enrique Aguar y que aglutina a muchos de los que ya no están en el partido de Albert Rivera?
El tiempo dirá si fragua. Estamos explorando. La idea me gusta. José Enrique Aguar se ha pateado durante dos años los pueblos de la provincia. La idea es servir al ciudadano y en cada pueblo la situación es distinta. Serían como plataformas ciudadanas municipales independientes pero unidas en un proyecto común con unas líneas básicas. La mayoría venimos de Ciudadanos, pero entiendo que después del congreso de Podemos y el del Partido Socialista saldrá gente rebotada.
Llegó a la alcaldía en mayo de 2015 después de 26 años de gobierno del PSOE, ¿se ha puesto límite de legislaturas?
Nuestra idea desde el principio es estar ocho años, cuatro para empezar y otros cuatro de confirmación. Más de ocho años pensamos que no es bueno porque se empiezan a coger vicios y haces amigos y enemigos.
A lo largo de estos dos años ¿qué es lo que más le piden sus vecinos?
Que dé más trabajo a la gente del pueblo. Yo les contesto que vamos a batir el récord de trabajadores municipales. Con las excavaciones en El Torrejón , que está previsto que comiencen este mes de abril, tendremos 20 trabajadores, el 5% de la población de Gátova. Extrapolado a un municipio como Llíria, el Ayuntamiento tendría 1.000 trabajadores. Nosotros creamos la primera bolsa de trabajo, porque antes era a dedo, y de las primeras 30 personas inscritas faltan sólo tres para que hayan trabajado todas.
¿El futuro del municipio pasa por el turismo?
Somos pequeños pero con una parte turística por explotar con una ruta del agua, rutas de senderismo por la Calderona, un acueducto romano y el yacimiento íbero de El Torrejón. Disponemos de dos complejos rurales de 50 plazas. Estamos abriendo a la gente de fuera la fiesta del Matapuerco para pomocionar el producto tradicional local y apoyando la oferta deportiva con la Gátova Trail, que es un referente.
¿Qué trabas encuentra en la labor de apertura del municipio?
Dentro siempre hay gente que no quiere que se haga nada, que lanza críticas destructivas sin aportar propuestas. Esto nos frena un poco, pero tratamos de cambiar el chip. Por otra parte, en la Calderona se legisló para prohibir pero no pasa usar.
¿Teme el problema de la despoblación?
El problema es que la gente que se va a trabajar fuera no se empadrona en el pueblo, sino donde trabaja, porque piensa que no si no lo hace no va a poder ir al ambulatorio, por ejemplo. Si les dices directamente que se empadronen se ofenden, así que ponemos carteles o lo comunicamos por redes sociales. La población potencial es de 800 habitantes, que son los que hay en fin de semana. También la población está envejecida y tenemos que destinar recursos a servicios sociales, como poner a una persona que se dedica a levantar a las personas mayores.
Otra de sus reivindicaciones es el arreglo de la carretera desde Olocau.
Si consigo que la arreglen después de 20 años ya me puedo ir a casa tranquilo. Sería el punto de despegue de Gátova. Las obras de mejora en la carretera están aprobada desde hace un año y no han hecho nada, ni siquiera el estudio de impacto ambiental para el que fijaron seis meses. La situación actual es que hay agujeros y que es un peligro para, entre otros vehículos, el autobús escolar.
Cuando llegó a la alcaldía encargó una auditoría. ¿Qué se ha encontrado?
Nos hemos encontrado con el tema de las dietas sin justificar por parte del anterior alcalde que ya están en el Tribunal de Cuentas y ahora han aparecido nuevas, que imagino que se sumarán a las anteriores.
¿Cómo es su día a día como alcalde?
Intento cambiar lo de que el alcalde parte y reparte, soy un trabajador del pueblo a coste cero. El fin de semana, que es cuando está la gente, me dedico única y exclusivamente al Ayuntamiento. En un pueblo pequeño el alcalde hace de todo, de juez, policía, mediador, porque al primero que llaman es a tí.