Del 28 de febrero al 3 de marzo Villar del Arzobispo acogerá el trigésimo octavo aniversario de su famoso Carnaval.
Este año, como novedad, en el gran desfile del sábado 2 de marzo se inaugurará el ‘Morcódromo’, un recorrido acotado por vallas que tiene como objetivo que tanto las comparsas como el resto de los participantes puedan exhibir sus disfraces y desfilar de manera cívica y organizada.
El jueves, dará comienzo con el desfile de la Coordinadora de Discapacitados Villar y Comarca y seguirá con el reparto de bocadillos de embutido para todo el pueblo. A medianoche, las mujeres de la comisión de carnaval serán las encargadas de llevar a hombros a la Morca hasta su velatorio.
El grupo de Botargas desfilará el viernes por la tarde por las calles del pueblo al grito de “Guruguruguru, ¿que no me conoses?”. También lo harán los alumnos del Colegio Público Fabián y Fuero, que desfilarán al ritmo de la música con disfraces confeccionados por ellos mismos. El acto finalizará con la quema de su propia Morca.
Esa noche se celebra el Concurso de Murgas, donde cinco grupos cantarán con tono irónico, sarcástico y festivo los hechos más significativos ocurridos durante el año.
El Chinchoso, otro de los elementos más característicos de estos carnavales, desfilará el sábado y posteriormente será pasto de las llamas acompañado del correfocs, como marca la tradición.
El sábado, el día grande, comenzará con el Gran Desfile de Disfraces y culminará con el entierro de la Morca, acompañada por la Banda de Música y los llantos de las plañideras hasta su destino final, el fuego. De madrugada, se trasladan las cenizas de la Morca hasta el Balsón para poner el broche final al carnaval.