Juan Manuel Darijo partirá de la ermita de la Montieleta hasta la de San Quirce de Taüll
Juan Manuel Darijo se lanzará el próximo 20 de agosto a sus 58 años a una aventura que le llevará a recorrer descalzo los 526 kilómetros que separan la ermita de la Montieleta en Benaguasil de la ermita de San Quirce de Taüll en el Pirineo lleidetano.
Tiene previsto regresar a Benaguasil el 7 de septiembre, coincidiendo con el inicio de las fiestas de la localidad de Camp de Túria. Serán 15 etapas maratonianas -alguna de 46 kilómetros- en 15 días las que correrá sin zapatillas y completamente solo.
El objetivo, según explica a InfoTúria.com su protagonista, con el objetivo de visibilizar el drama de miles de españoles de más de 50 años que, como él, llevan años en el paro y para los que firmar un contrato es una misión casi imposible. Suicidios, desahucios, divorcios, depresiones y adicciones se esconden tras situaciones de desempleo.
Reconoce que es consciente de que lo que va a tratar de completar “es muy difícil”, pero advierte que aún es más difícil encontrar trabajo con su edad.
En este sentido, Darijo quiere dejar claro que no hace esto para encontrar trabajo, ni por dinero -“si la gente me da algo lo donaré”, advierte- ni sino por dar un “toque” a los políticos, que son los que legislan, y a los empresarios, que son los que contratan. Sabe que su particular aventura es “una gota”, pero “las tormentas empiezan por una gota”.
También es una llamada de atención al colectivo, a los propios parados como él para que no se queden en casa, para que se muevan y se reciclen y crean en sí mismos. “En mi caso el deporte ha sido una ventana para desahogarme” y también su carácter solidario. Participa en carreras solidarias, es uno de los mayores donantes de sangre de la Comunidad Valenciana, era también de médula, y tiene acogidos a 30 perros del refugio de una protectora de Llíria, a los que atiende a diario.
Este vecino de Benaguasil, que el 29 de agosto cumplirá 59 años, casado y con dos hijos, se quedó sin empleo cuando cerró la fábrica Lois, donde trabajó durante 32 años, y reivindica la “experencia” y la “validez” de las personas que superan los 50 en las listas del paro.
En cuanto a la ruta, que ha bautizado como Camino por la dignidad, partirá del lugar más emblemático de Benaguasil y acabará en otro que “me trae buenos recuerdos de cuando fuí con mis hijos”. Lo hará descalzo porque es como corre y entrena habitualmente desde hace dos años. “Empecé poco a poco, primero andando y ahora llevaré unas clanchas por si en algún momento el terreno me obliga, pero es como más a gusto corro. Es una forma de sentir por donde pisas, te lesionas menos”, explica.
De momento, el integrante del club Corredores Anónimos Agrupación Vicente Castillo, no tiene a nadie que le acompañe en un coche para llevar la mochila con siete kilos de peso y en cada una de las 17 localidades donde parará él mismo se encargará de buscar dónde comer y dormir. “El Ayuntamiento de Benaguasil está echándome una mano llamando a los ayuntamientos para ver si tienen alojamientos municipales, pero en algunos pueblos sólo está el poliderportivo”, apunta.
En un país que ha travessat una de les pitjors crisis de la seua història, i no sols vull dir l’econòmica, es parla molt de la recuperació de la confiança.
Em diuen Juan Manuel Darijo Calaforra, tinc 59 anys, estic casat, tinc dos fills, he procurat ser un bon marit i un bon pare. Intentant donar als meus fills tota la meua estima i condicions perquè pogueren tenir totes les oportunitats que nosaltres no tinguérem.
En la societat actual, les persones que superem els 55 anys i no tenim treball estable, ens trobem abocats a una travessia pel dessert que, en molts casos, acaba sense trobat un oasi, i, si el trobem, està esgotat d’aigua.
Amb aquesta Cursa per la Dignitat no estic demanant per a mi, sinó per a tots. Vull posar en evidència les difícils situacions que moltes persones, cadascuna amb una història darrere, amb famíles, estem travessant ara.
Vull demostrar que som capaços d’emprendre grans reptes. Gestes que semblen més pròpies d’una bogeria, però que, en realitat, volen posar en valor el que som: persones vàlides, amb experiència i saber fer.
Córrer des del meu poble, Benaguasil, fins als Pirineus (aproximadament 530 km). Córrer sí, però descalç és un repte que requereix preparació, cap i molt de cor. Açò passa també a l’hora de cercar treball i no sempre el camí és fàcil, però, s’ha d’intentar. Debem lluitar per a posar-nos en valor i, sobretot, per a ser feliços.
Per tot açò, m’he dirigit a les administracions públiques perquè em donen el seu suport.
Qualsevol ajuda és bona. Des d’un llit o un lloc on descansar fins al recolzament moral a través del avís de pas per les vostres localitats.
La capacitat de poder fer junts aquesta cursa dependerà en gran mesura de l’èxit d’ajuntar esforços.
Assolir el meu objectiu a la meua edat és aconseguir l’objectiu de tots, mostrar que, malgrat el pas dels anys i tot el que hem viscut, seguim valent la pena.
Moltes gràcies.
Juan Manuel Darijo Calaforra.
Conociendote como te conozco no me cabe duda que lo conseguiras…… Muchos animos y que todo el mundo conozca y sepa el motivo y la razon de tu aventura…… Razon no te falta….. Animo campeón
gracies Juan Carlos