El equipo de gobierno de Bétera (formado por PP y UPIB) ha aprobado la privatización del servicio de agua potable y de alcantarillado en el casco urbano, aludiendo mejoras en el servicio y la calidad del agua. Algunas formaciones políticas han expresado su oposición.
José García
Se explica desde el consistorio que en otras zonas del municipio ya eran empresas privadas las que prestaban estos servicios y que una de las empresas que se había sido concesionaria, desde finales de los años 90, había visto como su contrato ya había expirado, encontrándose en un período de prórroga.
En el caso del casco urbano, “el suministro necesitaba con urgencia realizar inversiones importantes para la mejora de la calidad del agua, que superaba desde hace tiempo los valores límites de nitratos”.
Las inversiones necesarias para corregir esta situación, añaden fuentes consistoriales, “no eran posibles puesto que el servicio era deficitario, ya que los ingresos generados con los recibos del agua al precio actual no cubrían los gastos mínimos”.
“El agua del pueblo se saca a gestión indirecta porque es una medida necesaria, puesto que era un servicio deficitario, y porque supone unos recursos económicos extraordinarios para el Plan de Ajuste que ha aprobado el Gobierno de España para Bétera. Era una medida que se sabía cuando se aprobó el Plan de Ajuste”, ha señalado el concejal de Medio Ambiente, Javier Alapont.
“Lo que se pretende es adecuar el coste del este servicio, poner en valor el agua a lo que realmente se tiene que pagar, cosa que en otras zonas del municipio ya se hace, y obtener un ingreso extraordinario para solucionar la deuda municipal”, ha añadido este edil.
El alcalde beterense, el también popular Germán Cotanda, admite que esta medida es “impopular”, “pero en estos momentos de gravísima dificultad económica, los gobiernos deben tomar decisiones, que pongan en marcha soluciones y que impliquen apostar por una gestión mejor, más racional, eficaz, eficiente y que piensa en el interés general de Bétera”.
Según Cotanda, “algunas medidas, como estas, son impopulares; pero la actual corporación municipal sabe que deben llevarse a cabo pensando en el futuro, de cara a próximas legislaturas, esté quien esté gobernando”.
El portavoz de EUPV en Bétera, Luis Poveda, ha expuesto “el más absoluto rechazo” de su formación respecto a esta decisión política tomada por la corporación municipal, porque “conllevará, a corto plazo, un mayor coste económico para los vecinos de Bétera por recibir estos servicios”.
Si el servicio es deficitario se puede adecuar. siempre sera mas barato que si una empresa lo comercializa pues tambien le tendremos que pagar beneficios. La medida no es que sea impopular, como su partido, es que es demencial porque el que da lo que tiene se queda sin lo que tenia