El Libro Guinness de los Records ya tiene una nueva marca: les alfàbegues de Bétera de este año han superado los registros previos y han alcanzado los 2,71 m de altura y 2,18 m de anchura.
La gesta de 2007, en la que Bétera logró hacerse un hueco en la historia con una alfàbega de 2,59 metros ha sido superada ampliamente en la edición de 2009: el notario Ernesto Ríos Segarra dio fe de que la nueva marca supera en 12 centímetros la registrada anteriormente.
¿El secreto de este éxito? Existen motivos que podrían llamarse ‘naturales’ y otros a los que catalogaremos como ‘personales’. Entre los primeros puede citarse la temperatura y la humedad. Si ambas son elevadas, hay posibilidades de que se obtengan resultados tan espectaculares como los que se vienen registrando.
Pero no sólo eso influye: también hace falta un cuidado especial… tan especial como el que Ramón Asensi le ofrece a sus alfàbegues. Hay que tener en cuenta las necesidades de la planta en cada momento, y mimarlas para lograr el objetivo marcado. Y es que la tarea no es nada sencilla: la media de crecimiento de esta albahaca es de casi 2 centímetros por día, tomando como fecha de inicio los inicios del mes de marzo.
Otros logros
Entrar en el Libro Guinness es un evidente motivo de orgullo. Pero también lo es obtener éxitos quizá menos mediáticos, pero igualmente satisfactorio para aquellos que viven tan intensamente esta tradición. En este año se han conseguido recuperar algunas variedades típicas de alfàbegues gracias a cuatro ejemplares de semilla antigua.
En este año 2009 se ha logrado que los habitantes de la localidad, así como vecinos de otras poblaciones, dejen a un lado sus preocupaciones cotidianas (derivadas de la actual coyuntura económica) para disfrutar durante unos días de las fiestas en honor a la Mare de Deu d’Agost.
Esta fiesta centenaria, declarada de interés turístico autonómico, ha abarrotado las calles de Bétera con centenares de personas que acompañan a los mayorales y a las dos obreras, al compás de las bandas de música, desde el huerto de las albahacas hasta la entrada de la iglesia.
El recorrido, de unos 1000 metros, tarda en realizarse casi cuatro horas debido a los 1.500 kilos que llegan a pesar las albahacas más grandes. Una carga que no es pesada cuando se siente la emoción por estas fiestas de una forma tan arraigada como sucede en Bétera.