En el nuevo trazado de 5 kilómetros se han invertido 15 millones de euros
De “día histórico” para Bétera, Serra y Nàquera han calificado los responsables políticos de los municipios de Camp de Túria la apertura al tráfico hoy de la nueva variante norte de Bétera que evita el paso de 12.000 vehículos diarios por el interior del primero, evitando el colapso y mejorando la seguridad vial.
Una apertura que se ha avanzado tres meses sobre las previsiones iniciales que apuntaban a final de año tras una inversión de 15 millones de euros con cargo a la Diputació de València, lo que le convierte en la infraestructura más importante de la legislatura.
El diputado Rafa García, que ha estado acompañado por las alcaldesas de Bétera y Serra, Elia Verdevío y Alicia Tusón, y los alcaldes de Nàquera y Olocau, Damián Ibáñez y Antonio Ropero, además del diputado y alcalde de Benaguasil, Ximo Segarra, ha subrayado que “esta obra ha sido ampliamente reivindicada por los usuarios y por los vecinos de Bétera, a los que el nuevo trazado, que conecta dos puntos de la CV-310 sin necesidad de atravesar las calles de la localidad, evitará incomodidades y sobre todo reforzará la seguridad en el núcleo urbano”.
El nuevo trazado, de cinco kilómetros, genera nuevos itinerarios peatonales y ciclistas con una nueva vía ciclopeatonal, cuenta con un microaglomerado fonoabsorbente y drenante que disminuye la contaminación acústica y se traga el agua que es expulsada fuera de la calzada, y con especies arbóreas autóctonas, el ajardinamiento de las glorietas y un mirador con vistas a la Torre Bofilla.
Las obras se iniciaron en diciembre de 2019 con el movimiento de tierras y el acondicionamiento de la explanada, tras lo cual se procedió a la construcción de cuatro puentes y tres pasos inferiores necesarios para salvar la línea férrea y los barrancos del Carraixet y Portaceli, así como conectar los caminos y vías existentes en el trazado.
La empresa Bertolín ha sido la encargada de ejecutar un proyecto que incluye cuatro glorietas que, junto a las vías de servicio laterales, proporcionan el control total de los accesos a la carretera. La calzada tiene un ancho de 12 metros, con dos carriles por sentido de tres metros cada uno y arcenes-bici de dos metros a ambos lados. También consta de una vía ciclopeatonal segregada y protegida de 2,5 metros de amplitud en el margen izquierdo.
El equipo de gobierno de Bétera y empresarios de la localidad se han desplazado hasta la glorieta en la que finaliza esta primera fase de la obra, en el cruce con la CV-310 en dirección a Náquera, para recorrer por primera vez una infraestructura “reclamada por todos los gobiernos locales, sin distinción de colores, y que gracias a la implicación de la Diputación nos va a permitir crecer, no solo a Bétera sino también a otros pueblos de la comarca que han luchado por conseguir que se hiciera esta carretera”, ha señalado Elia Verdevío.
Una vez abierta al tráfico la primera fase de la Variante Norte de Bétera, los responsables provinciales ultiman la licitación de la segunda fase del proyecto, cuya puesta en marcha está prevista para principios de año con una inversión de 3.640.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
E trazado de la segunda fase de la Variante de Bétera tiene una longitud aproximada de 950 metros, desde la cuarta glorieta ejecutada en la primera fase de la obra hasta la existente en la CV-333 en la carretera que conduce a Olocau.
El objetivo de esta segunda fase es ampliar la intersección giratoria para establecer todas las conexiones necesarias entre la nueva variante y la CV-333, incluido el acceso a la urbanización La Masía, ha detallado García, quien apunta que la actuación permitirá también un acceso más directo a la base militar de la OTAN sin necesidad de atravesar las calles de Bétera.