El centro escolar de Bétera escondía en un falso techo del baño 11.300 euros que desaparecieron y devolvió un trabajador
El Ayuntamiento de Bétera ha iniciado las gestiones para regularizar la escoleta municipal de la localidad después de detectar que “funcionaba con dinero negro”. El centro escolar escondía en un falso techo del cuarto de baño 11.300 euros que habían desaparecido y que devolvió un trabajador municipal al abirse una investigación por parte de la Guardia Civil. El dinero se encuentra depositado en una cuenta corriente del consistorio a la espera de que se resuelva el proceso judicial.
La Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Bétera ha puesto en marcha el proceso de regularización de la escoleta municipal de la localidad después de detectar que funcionaba “de manera irregular durante los últimos años”.
Según ha hecho público el Ayuntamiento de Bétera a través de un comunicado, la dirección del centro “y no el consistorio” era la encargada de cobrar el dinero del comedor a los padres de los alumnos, a un precio de 4 euros por menú, y con ese dinero “pagaba todo tipo de facturas que tampoco se giraban en el consistorio”, ya que, “lo hacían con el CIF de una AMPA que se creó hace más de 10 años”.
Esta gestión había generado un remanente de unos 11.300 euros, que se guardaba en el falso techo de un baño del centro educativo. Toda esta información, según fuentes del actual equipo de Gobierno, “fue aportada por la directora de la escuela quien explicó que el anterior responsable de Educación era conocedora de los hechos”.
El nuevo concejal de Educación, Fernando Cantarino, ha explicado que “fue en ese momento cuando desaparecieron los 11.300 euros y tras la denuncia ante la Guardia Civil cuando salieron a la luz en manos de otro operario del Ayuntamiento”.
Todo el asunto sigue su procedimiento judicial y se ha abierto un expediente desde los departamentos jurídicos municipales. De momento, el dinero está depositado en una cuenta corriente del Ayuntamiento de Bétera a la espera de regularización.
Ahora el departamento de Educación está poniendo en orden el funcionamiento del centro. Las comidas antes tenían un coste de 2,95 euros, que era lo que cobraba la empresa -los padres pagaban 4 euros-. “Con las sobras, se compraban cosas para la guardería que no se inventariaban. Todo esto está anotado en un libro de contabilidad que heredó la actual directora de la anterior, hace ahora tres años”. Con el nuevo curso escolar el abono por cinco días costará 28 euros y 5 euros, si se pide en días sueltos.
Fernando Cantarino ha aclarado que “el precio no lo hemos puesto nosotros”. “Después de ver diferentes presupuestos hemos contratado la misma empresa, los costes de gestión se han incrementado siguiendo las pautas y criterios objetivos del departamento de Intervención municipal”.
El concejal de Educación ha puntualizado que “desde Intervención se nos aseguró que este es el precio mínimo que se puede poner para no incurrir en competencia desleal”.
La guardería todavía tiene facturas por pagar que no van a nombre del Ayuntamiento y se está estudiando la manera de abonarlas. “Estamos haciendo todo lo que no se ha hecho en todos estos años y deshaciendo todas las anomalías del anterior gobierno para dar servicio al pueblo”, concluyó Cantarino.
Al mismo tiempo, la Concejalía de Educación ha señalado que trabaja para abrir el aula de 0-1 años de la guardería el próximo 14 de septiembre con todo el material que le corresponde y con el permiso de la Conselleria de Educación.
Cantarino ha explicado que a finales de marzo del curso pasado la anterior concejala de Educación decidió cambiar un nivel: un grupo destinado a 2-3 años pasó a ser de 0-1 año. “Esto se hizo sin comunicarlo a la Conselleria de Educación y sin adecuar el aula a las nuevas necesidades”.
Desde el mes de julio, cuando se hizo cargo el nuevo concejal, se han estado haciendo gestiones para obtener “en tiempo récord” el permiso de la Conselleria y abrir la nueva aula, así como conseguir la necesaria dotación económica. El pasado jueves 3 de septiembre comenzó a llegar el material a la escuela, a fin de habilitar las instalaciones para los alumnos más pequeños.