El restaurante de Bétera reabre con una
imagen renovada
El GATO NEGRO ha reabierto sus puertas en la Alameda de Bétera convertido en restaurante y con una imagen totalmente renovada. Con la nueva distribución y la decoración de uno de los espacios gastronómicos de referencia en la localidad los comensales se sienten como en casa. Y es que las puertas del GATO NEGRO, dan paso ahora a lo que sería una alquería típica valenciana, con la pared de la casa, con sus puertas y ventanas, el porche con las vigas de madera y las vistas a la Serra Calderona con capacidad para 70 comensales. Además, el local mantiene una terraza al aire libre para más de un centenar de personas.
Lo que no ha cambiado es el nombre ni la cocina en el que el plato estrella son los arroces. “Nadie de la plantilla es supersticioso, así que mantenemos el nombre que parece que nos trae suerte”, reconoce, Quique Bella, gerente y responsable de los fogones. Una suerte que se basa en la calidad del producto, el buen precio y un excelente servicio. “Ante la demanda de clientes que teníamos para pequeños eventos, le hemos dado un enfoque totalmente nuevo al local para que sea el restaurante que ya es hoy en día”.
Lo único que ha cambiado con la reforma es la estética, ya que “sigue siendo el mismo Gato de siempre, pero más amplio y más cómodo para poder complacer a todos nuestros clientes cuando vienen a comer o a cenar porque no teníamos sufi ciente espacio”, añade Pedro Taurá, CEO del GATO NEGRO.
“Mi planteamiento es que el cliente que venga al Gato Negro se sienta como en su casa, se sienta que está entre amigos, cómodo, con total libertad. A mí me gusta que incluso entren en la cocina, no tenemos nada que esconder”, reconoce el chef, que subraya el trato cercano del personal hacia el cliente. “El ascenso del Gato no hubiera sido posible sin el equipo que tenemos, que es de diez”.
Después del éxito del evento de reapertura, sus responsables aseguran que “los que venían por nuestra cocina, ahora se van a sentir más a gusto, queremos que sean clientes que se sientan como en su casa. Si vienen al Gato van a comer la misma calidad, pero más a gusto, se sentirán entre amigos”.
La extensa carta que se renueva cada tres o cuatro meses, mantienen los platos que más gustan, los arroces. Hasta ocho tipos de arroces entre los que no falta la paella valenciana por encargo, el arroz de pato y los caldosos. “Todas las paellas se hacen al momento, no hay nada preparado”, matizan.
El menú de mediodía de martes a domingo incluye 14 platos a elegir, tres al centro para compartir y el principal y hasta seis postres diferentes.
La carta, de alrededor de 70 platos diferentes en total, incorpora un apartado vegano.
Por la noche, el restaurante de Bétera ofrece un menú de tapas y otro más extenso que incluye un segundo plato a compartir y postre.
En cuanto a los caldos, hay 33 referencias de vino con todas las denominaciones de origen, entre los que destacan los vinos valencianos de la tierra.