La Guardia Civil realizó registros domiciliarios en Nàquera y Olocau
La Guardia Civil en colaboración con la Polcía Lituana, en una operación coordinada por EUROPOL, ha desarrollado la operación ‘Sanura’ contra el tráfico de seres humanos para su explotación laboral.
En la operación han sido detenidas seis personas de nacionalidad lituana, cuatro hombres y dos mujeres de edades entre 29 y 60 años, a los que se les imputa los supuestos delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, contra el derecho de los trabajadores, falsificación de documentos, tráfico de drogas, lesiones, coacciones y pertenencia a organización criminal.
Los agentes han realizado cinco registros domiciliarios en Sueca, Mareny de Barraquetas, Nàquera y Olocau, donde se ha liberado a 12 personas que vivían hacinadas en pisos y en condiciones insalubres, además las victimas eran maltratadas física y psicológicamente para que aceptasen continuar trabajando.
Durante los registros se incautaron 10.450 euros en metálico, contratos de alquiler y líneas de teléfono e Internet a nombre de las víctimas. Los documentos de carácter personal y económico de las víctimas estaban también bajo custodia de la organización.
Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de junio cuando la Guardia Civil detectó la presencia de esta pequeña comunidad lituana realizando tareas de trabajos en los campos de cultivo de cítricos en los campos de Valencia. Además de las labores de recolección de cítricos con horarios de sol a sol, los cabecillas de la organización utilizaban a los trabajadores para beneficio propio, trasladándolos a otras localidades para limpiar y cuidar de sus propios hijos.
La Guardia Civil pudo determinar que estas personas estaban siendo obligadas a realizar trabajos en el campo sin percibir sueldos algunos, hacinados en pisos y en condiciones insalubres.
La organización captaba mediante el engaño a las víctimas, todas originarias de Lituania, ofreciéndoles falsas expectativas de trabajo en nuestro país, ya que les decían que podrían ejercer un trabajo bien remunerado con la posibilidad de residir en una vivienda digna cobrando de 1.200 a 1.600 euros, cuando solo cobraban 39 euros al mes.
Posteriormente eran trasladados a España en furgonetas de la organización o en autobuses de líneas. Una vez en nuestro país, el responsable de la organización comunicaba a las víctimas la contracción de una deuda por el traslado a España.
Asimismo, la organización les obligaba a residir en la misma vivienda en condiciones de insalubridad y seguridad, con conexiones ilegales al tendido público, en habitaciones o buhardillas y sin agua caliente.
Del dinero que ingresaban se les descontaba una parte por gastos de manutención y del viaje por el traslado a España, llegando algún trabajador a percibir 9 euros por mes de trabajo.
Como método de financiación el líder de la organización se lucraba con la venta de droga, según explica en un comunicado la Guardia Civil, que ha intervenido unas 140 plantas de marihuana, así como el equipamiento necesario para realizar la plantación.
La operación ha sido desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Valencia y ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Sueca.