Puig firma un protocolo de colaboración con la Diputació y los ayuntamientos de Marines y Olocau
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado que la Generalitat asumirá la vía pecuaria del Cordel de la Garrofera, situado entre Olocau y Marines, con el objetivo de ampliar y mejorar esta carretera.
Así lo ha explicado el titular del Consell, tras firmar un protocolo de colaboración entre la Generalitat, la Diputació de València y los ayuntamientos de Marines y Olocau para la regularización de esta vía protegida.
Con la firma de este protocolo, ha explicado el president, se inicia el proceso para que “dentro de unos meses” esté en marcha el proyecto para convertir esta vía de cuatro metros de ancho por la que circulan vehículos pesados, “en una carretera normal”. “Esta es una vereda que tiene unas connotaciones determinadas de un tiempo que ya pasó en el que la trashumancia y otro tipo de vida vinculada a la ganadería era fundamental”, ha afirmado.
El jefe del Consell ha explicado que se deslindará el camino para que “deje de ser una vía pecuaria” al ser en la actualidad “una carretera por la que pasan miles de vehículos cada día” y en la que se han producido varios accidentes graves en las últimas décadas, así como “problemas cotidianos vinculados a la seguridad vial y la movilidad”.
Por ello, el president, que ha destacado la necesidad de “adaptar y actualizar los usos del territorio y poner las infraestructuras necesarias”, ha explicado que la Generalitat asumirá como carretera autonómica esta calzada entre la base militar General Almirante y los accesos a Marines.
“Vamos a hacerlo gracias a la colaboración de todas las instituciones”, ha subrayado Puig, que ha destacado la necesidad de “cooperar y colaborar” entre todas las administraciones para “desatascar esta situación”. En este sentido, la Diputació de València asumirá las obras necesarias para el cambio de naturaleza de esta vía.
Al acto de la firma del protocolo y a la reunión previa han asistido el presidente de la Diputació, Toni Gaspar, la alcaldesa de Marines, Lola Celda, el alcalde de Olocau, Antonio Ropero, y el Comandante Militar de Valencia y Castellón, Miguel Ángel Guill García.