El aplazamiento afecta a 11 municipios de la comarca de Camp de Túria
La decisión de aplazar las Fallas por el coronavirus deja a València llena de calles iluminadas y engalanadas para su fiesta, con muchos de sus 761 monumentos a medio montar o ya plantados, docenas de espectáculos pirotécnicos por disparar y puestos de comida a pleno rendimiento.
Desde el sector han acogido con desconcierto el solemne anuncio hecho esta noche por el president de la Generalitat, Ximo Puig, ante la recomendación del Ministerio de Sanidad, señalan fuentes de entidades de la fiesta , que advierten del coste económico que tendrá esta medida “sine die”.
El aplazamiento de las fiestas patronales de Valencia será especialmente difícil de gestionar, añaden desde el sector, pues es muy complicado desmontar los cuerpos centrales de las fallas que están ya plantadas desde el pasado fin de semana en comisiones repartidas por toda la ciudad y devolverlos a sus talleres, donde se trabaja en ellas durante todo el año por cientos de artistas de un gremio sin apenas margen de beneficio.
Una de las dudas que surgen ahora es la de quién asumirá los gastos que acarreará ese desmantelamiento de los monumentos -que este año tenían un presupuesto cercano a los ocho millones de euros-, al margen de las pérdidas que acarreará la suspensión de mascletaes -no solo la oficial de cada día en la plaza del Ayuntamiento sino las de cada barrio- y castillos de fuegos artificiales, las verbenas y otros actos festivos.
Además, docenas de puestos de buñuelos y churros- están diseminados por la ciudad desde el día 1 y ahora se tendrá que decidir qué ocurre con el canon que han abonado ya sus responsables por este negocio en plena vía pública.
Todo ello sin olvidar un sector, el hostelero, que basa en la semana grande de Fallas uno de los momentos clave del año para su cuenta de resultados, con cerca de un millón de personas callejeando por la ciudad para disfrutar de su múltiple agenda festiva y generando gasto en bares, restaurantes y hoteles.
Pero este aplazamiento no afecta solamente a la ciudad de València, epicentro del mundo fallero, sino a medio centenar de localidades de las provincias de Castellón, Valencia y Alicante que también plantan y queman sus fallas la noche de San José y celebran espectáculos pirotécnicos.
Entre ellos los municipios de Camp de Túria como Benaguasil, donde hay diez comisiones falleras, Vilamarxant, Llíria, Riba-roja de Túria l’Eliana, la Pobla de Vallbona, San Antonio de Benagéber, Bétera, Nàquera, Casinos y Loriguilla.
Y desde el punto de vista educativo, la conselleria tendrá que aclarar cómo quedan las vacaciones escolares previstas este año, pues se había aprobado que en municipios como València no hubiera clase del lunes 16 al viernes 20 de marzo, ambos inclusive.