Lola Celda (PSPV-PSOE), presidenta de la Mancomunitat Camp de Túria
¿Qué papel ha jugado la Mancomunitat en esta crisis del coronavirus? ¿O cada municipio ha hecho la guerra por su cuenta?
Creo que ha jugado un papel importante de coordinación. Hemos trabajado conjuntamente en la parte económica y de comercio con las asociaciones de comerciantes dándoles normativa, material de protección, asesoramiento sobre los ERTES y las ayudas a autónomos. Se ha coordinado la compra de material de protección, se han efectuado listados de empresas de la comarca que podían suministrar ese material y desde servicios sociales de base, se han resuelto las ayudas a la vivienda y a las necesidades básicas del día a día. Nos hemos reunido los ayuntamientos para ver como hacíamos frente a problemas comunes como la puesta en marcha de las escuelas de verano, las piscinas, los mercados. Hemos trabajado bien en equipo, algo que echábamos de menos porque esa participación no existía. El trabajo de los últimos años se ha visto en esta crisis.
¿Ha habido diferencias políticas según el color de los ayuntamientos?
Hemos ido todos a una en materia de covid. El problema es común a todo el mundo.
La puerta de la Mancomunitat nunca se ha cerrado durante la pandemia
¿Qué incidencia ha tenido el covid en la Mancomunitat. ¿Ha tenido que cerrar sus puertas?
No hemos tenido ningún caso. La puerta nunca se ha cerrado y la gente ha estado atendida en todo momento. Siempre ha estado alguien en centralita, la secretaria venía casi todos los días y yo, día sí, día no. Se ha puesto en evidencia que necesitamos invertir más en las nuevas tecnologías, pero todos los trabajadores han podido trabajar desde casa y atender a todos los usuarios. La gente ha llamado a la centralita y se han derivado las llamadas y el usuario no ha notado la diferencia. Los servicios sociales de base han trabajado desde los ayuntamientos y desde casa. Desde promoción económica se han solucionado todas las llamadas. Se ha parado solo deportes y se ha apoyado a otros departamentos como el ATE ateniendo a los trabajadores afectados por los ERTEs, autónomos y desempleados. Hemos funcionado al 90%. En las últimas semanas hemos reestructurado los espacios, hemos desviado archivo histórico y servicios sociales se ha ampliado para crear espacios seguros para que los trabajadores se reincorporen en condiciones.
¿Qué supone para estos trabajadores la aprobación de la adhesión al II Convenio Marco de la FVMP?
Es un avance para todo el personal que trabaja en la Mancomunitat ya que los trabajadores de esta casa han estado marginados durante muchos años. Desde que se creó la Mancomunitat en 1981 han estado sin un convenio que regulara sus condiciones, mientras que a partir de ahora estarán amparados por un acuerdo que velará por sus intereses.
¿Cuál ha sido el impacto de la crisis en empresa y comercios de la comarca?
En la última reunión del observatorio de empleo y comercio la valoración ha sido positiva. Las empresas están activas y con una previsión de recuperación de menos de seis meses si no se retrocede. Ha habido muchísimas ayudas. 15.000 trabajadores han sido beneficiadas por el ERTE, 1.200 empresas beneficiadas y 1.800.000 euros se han destinado a 1.200 autónomos. Otra de las consecuencias de la crisis es que el teletrabajo ha venido para quedarse y se ha puesto de manifiesto la necesidad de digitalizar el comercio local que ha sido importantísimo para sobrellevar esta pandemia.
¿Cómo encara lo que queda de este año extraño?
Una parte importante es la creación de bolsas de trabajo para poder contratar personal adecuado para consolidar los Servicios Sociales a la nueva ley. En el Pacto Territorial se pasará una encuesta a 254 empresas y se reunirán las mesas de trabajo de agricultura, servicios y formación y comercio para fijar objetivos y necesidades y avanzar en el plan de diagnóstico de Turismo.
¿Cuándo se pondrá en marcha el transporte a los centros ocupacionales?
La pelota está en el tejado de los ayuntamientos. Necesitamos la delegación de competencias a la Mancomunitat y después a la conselleria para licitar el servicio de transporte comarcal que enlace los tres centros ocupaciones de la comarca. También queremos prestar el servicio de recogida de residuos urbanos. Hay municipios pequeños que ya tiene sus contratos finiquitados y otros que no lo han tenido nunca y hay que regularizar la situación.
Queremos prestar el servicio de recogida de residuos urbanos
El programa Prisma ha abierto nuevos centros en Riba-roja y la Pobla ¿llegará a cada municipio?
Ya tenemos cuatro programas en Bétera, Vilamarxant, Riba-roja y La Pobla de Vallbona con 14 personas en cada uno, que se complementarán con dos más el año que viene en Llíria y l’Eliana. La salud mental ha sido el gran olvidado, ha habido algún centro y poco recurso. La conselleria es consciente de que funciona y está apostando por un recurso con muy buenos resultados. Esperemos que se sumen otras comarcas.
Tras la moción para que el servicio de urgencias pediátricas del Hospital de Llíria funcione las 24 horas los 7 días de la semana, ¿ha recibido respuesta?
Hemos tenido muchas conversaciones por videoconferencia y reuniones telemáticas desde marzo para trasladar esta preocupación. Es verdad que la conselleria tiene un problema, no de ahora sino de hace años, que es la falta de pediatras. No hay bolsa de trabajo de pediatras y se han estado sustituyendo en muchísimos centros de salud las plazas por médicos de familia. El hospital nació sin pediatría, se incorporó con muchas dificultades porque no hay suficientes pediatras como para desdoblar y tener urgencias 24 horas que es lo que seguiremos pidiendo porque los niños no tiene por que bajar a la Fe. A la vista está que cuando ha funcionado 24 la descongestión de urgencias de La Fe han bajado. Esperemos que se siga ampliando el servicio que es necesario y urgente.
Somos nuestra propia vacuna mientras no la haya
¿Qué mensaje lanza a los vecinos de la comarca?
Al final no podemos tener un médico y un policía para cada uno de nosotros. Las administraciones tenemos la obligación de poner todos los medios a nuestro alcance para que no se propague el virus, pero la responsabilidad está en cada uno de nosotros, somos nuestra propia vacuna mientras no la haya. Por mucho que desinfectemos, que dotemos de medios a los sanitarios, a los colegios, todos bajamos la guardia en el ámbito social y familiar y eso puede ser un contagio.