Una suite de 9 capítulos que corresponden a diferentes etapas de su vida
José Ignacio Pascual Alcañiz, arpista, musicoterapeuta, escritor y doctor en Música Natural de Llíria (Valencia), nos presenta su poemario “Boceto de mi Ser”, compuesto de 67 poemas, divididos en 9 capítulos.
El autor obtuvo el Título Superior de Arpa en el Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia, y ha sido Profesor Especialista de Arpa en los Conservatorios de Música “Profesional” de Las Palmas de Gran Canaria y “Superior” de Canarias, Catedrático de Arpa en el Conservatorio en el Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo de Valencia”, así como Arpa Solista en numerosas agrupaciones musicales españolas.
Doctor en Música por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, posee además Maestría y Máster en Gestión de Patrimonio Cultural por la ULPGC, Máster en Musicoterapia por la Universidad de Vic-Barcelona (España), así como el título de Experto en “Historia y filosofía de las Religiones” por la UNED.
Ha impartido varias conferencias y ha escrito varios artículos de investigación, referidos al patrimonio cultural y musical, así como al campo de la musicoterapia, en revistas científicas y otras publicaciones.
El poemario que nos presenta en esta ocasión, surgido desde lo más profundo, está formado por una suite de poemas, lo cuales corresponderían, según expresa, “a partes de mi ser, de ese “todo cuanto soy” que edifica mi existencia y mi razón de ser”.
Poesía, texto y música en una simbiosis imprescindible e inseparable, desde lo más oscuro y doloroso, in crescendo, hacia canto a la libertad desde la serenidad y la luz que la vida en sí conlleva.
En palabras del poeta, se trata de “un canto de esperanza orquestada desde una suite a modo de danza de la vida, la mía propia, dividida perfectamente en nueve capítulos por temáticas: obertura desde la oscuridad, el calor veraniego, el paso del tiempo, mi interior, mi lado más sensual, el mundo que contemplo, todo cuanto me rodea y la plenitud, cerrando esta sinfonía su coda final, a modo de resumen, todo cuanto soy”.
La lectura del poemario tiene la intención, además, de que el lector navegue con la música y las coreografías que le han inspirado las letras. En algunos de los casos, de modo contrario, la propia música o algún otro elemento, nos dice, “me han servido de inspiración para escribir algunos de los poemas”.
El autor del prólogo de la edición, el poeta Antonio García Siles dice respecto al poemario que “la temática abordada es sin duda aquella que los grandes poetas siempre han mantenido latente: el amor, la vida, la soledad, el paso del tiempo, la muerte…”.
Las metáforas, hipérboles y personificaciones como recursos estilísticos junto a los signos de admiración y exclamación, embriagan de connotaciones subjetivas todo el poemario que, anexados al siempre presente alto grado de musicalidad, hacen de esta obra un todo armónico, un cuerpo literario cuyos miembros encajan a la perfección hasta formar un “Ser poético”.
Según Siles, “mas a pesar de ese intrínseco espasmo a la hora de exponer los versos, éstos no dejan de caracterizarse por tener un vocabulario minuciosamente pensado que, junto a la condensación del contenido, hacen que se nos represente como toda una pequeña pero majestuosa obra de artesanía”.
El lector podrá disfrutar de cada uno de los vídeos creados para cada poema, en los cuales la música ha sido la base de su creación, bien a modo de improvisaciones al arpa u otros instrumentos cordófonos o de percusión, así como con la utilización de simples elementos (agua o cristal, entre otros).