Desde la Unió de Llauradors se ha efectuado un balance muy negativo de la campaña de cítricos en diversas provincias de nuestra autonomía. Desde este colectivo agrario se denuncia, además, la “falta de previsión de la Generalitat Valenciana y de Intercitrus”.
José García
Así, la Unió de Llauradors estima que las pérdidas directas sufridos por los citricultores valencianos “supera ya los 260 millones de euros en la campaña 2013-2014, a falta de pocos meses para que ésta concluya”. El balance negativo de pérdidas se debe a la diferencia entre los ingresos y los gastos para los productores.
Estas mismas fuentes explican que la campaña del presente año “tiene un balance negativo en todas las especies de cítricos, variedades y zonas; aunque dependiendo de la variedad y la zona la situación es distinta”. En mandarinas, según el balance de La Unió, “las pérdidas son de unos 64 millones de euros y en naranjas 196 millones de euros”.
Ramón Mampel, secretario general de La Unió, ha lamentado que la Generalitat Valenciana “no haya sido capaz, una vez más, de reaccionar ni convocar ni una sola vez al sector para intentar planificar la campaña, ni tan siquiera cuando ya sabía que la cosa iba mal. Y la interprofesional citrícola Intercitrus no sabemos si existe, porque no da señales de vida cuando la situación es angustiosa para muchos citricultores”.
Entre las mandarinas, los precios se han mantenido dentro de la “normalidad” de los últimos años: “es decir, que no son para lanzar cohetes de alegría aunque el citricultor se conforma cada vez con menos”. En cualquier caso, el 30% de la cosecha bien no se ha recolectado o bien ha obtenido un precio inferior a otras campañas.
Por lo que se refiere a naranjas la situación es mucho peor, según explican desde La Unió, que cita los casos de comarcas como es el caso del Camp de Túria, la Ribera, l’Horta. Ahí las pérdidas directas para los productores, cuando aún no ha finalizado la campaña, rondarían los 200 millones de euros en las variedades del grupo Navel (Navelina, Navelate y Lane Late). Se han pagado o se pagan en campo a 0,08 euros/kg (1 euro/cajón de 20 kg, por concretar más), unas cifras calificadas como “realmente ridículas” en La Unió.
En este colectivo agrario se denuncian, además, situaciones que califican como “contradictorias”: “No se entiende que no tenga repercusión en el precio del productor los buenos resultados durante esta campaña de la industria, destino habitual de muchas de ellas. Tienen una materia prima prácticamente gratis y a buen seguro les sale más rentable que traer zumo concentrado de Brasil o China”.
Por todo ello, Mampel manifiesta que “habría que pedir cuentas a la Generalitat Valenciana por todas las grandes inversiones efectuadas con dinero público, para modernizar el sector industrial citrícola, y que ahora dejan en la estacada al productor con un precio ínfimo por su cosecha”.