Lola Celda es la presidenta de la mancomunitat del Camp de Túria desde que, en las pasadas elecciones municipales. La también alcaldesa de Marines, bajo las siglas del PSOE, asegura que trabaja “más allá de las siglas” y que su principal interés es “mejorar la eficacia de la Mancomunitat del Camp del Túria, al tiempo que hacemos más visible su trabajo diario. Estamos ante el gran desconocido de nuestra comarca, pese a la gran labor que realiza a diario”. Sabe que afronta un reto complicado, pero Lola Celda asegura sentirse “muy motivada”.
¿Ya se puede hacer un balance de su gestión al frente de la mancomunitat del Camp de Túria?
Claro que se puede, aunque los cambios se verán más claramente en breve. Hasta ahora, nuestro trabajo ha pasado por analizar la situación existente y determinar el modo en que debíamos trabajar para ser más eficientes.
¿Y cuál es su’diagnóstico’?
Pues que la Mancomunitat del Camp de Túria es la gran desconocida de nuestra comarca, pese a prestar unos servicios importantísimos… especialmente, para los municipios más pequeños. Por otro lado, se han majorado algunos aspectos de la anterior gestión.
¿Por ejemplo?
Antes se trabajaba de forma autónoma, sin supervisión y sin interacción. Nadie supervisaba nada, bajo mi punto de vista. Yo no estoy en contra de que exista libertad a la hora de desempeñar un trabajo, pero debe haber reuniones sectoriales y debemos trazar líneas interdisciplinares. Mi puerta está abierta para todo el mundo y debemos trabajar de forma conjunta. Hace falta tener una visión de conjunto para determinar cuáles son las prioridades y cuáles son las actuaciones secundarias.
También se le está cambiando el aspecto a los edificios que dependen de la mancomunitat del Camp de Túria…
Y no es sólo una cuertión de forma, sino también de fondo. Aquí quiero agradecer especialmente el apoyo recibido desde el Ayuntamiento de Llíria. Había ciertas deficiencias en algu- nos de nuestros edificios, que debían abordarse sin demora; nos hemos esforzado en encontrar las líneas de financiación adecuadas y ya se están adaptando los edificios a unos mínimos que, desgraciadamente, no se cumplían. También es verdad que el cambio en otras instituciones (Generalitat Valenciana, Diputación de Valencia) ha supuesto y cambio en la sensibilidad hacia las Mancomunidades. Y eso se nota. en el apartado de ‘Mantenimiento’ se ha pasado de 13.000 a más de 30.000 euros; y en los planes provinciales de ha pasado de 18.000 a 64.000 euros.
¿Puede explicar a nuestros lectores qué es y qué servicios ofrece la Mancomunitat del Camp de Túria?
La Mancomunitat es una entidad supramunicipal creada para solucionar una serie de necesidades que no pueden atenderse en poblaciones pequeñas, en donde falta el personal cualificado para ello que sí existe en municipios de mayor tamaño. Tenemos una línea de actuaciones y, bajo esa premisa, intentamos abanderar (desde el consenso y la participación de cada representante de cada municipio) un proyecto común de comarca.
¿De qué servicios habla?
Son muchos: está el SEAFI (Servicio Especializado de Atención a la Familia e Infancia), para familias en riesgo de exclusión social; también ofrecemos formación para jóvenes que van a abandonar sus estudios; e intermediamos a la hora de hacer que se cumplan sentencias con menores de edad, consistentes en actuaciones de servicios a la comunidad. Todo ello, bajo la supervisión de los Servicios Sociales de cada Ayuntamiento que forma parte de la mancomunitat del Camp de Túria. También ofrecemos charlas en colegios e institutos, para prevenir conductas adictivas. Disponemos de un Centro Ocupacional en Riba-roja de Túria.
En el ámbito de la promoción económica, estamos trabajando con los Ayuntamientos para ofrecer una visión global de la comarca, a través de una serie de Ferias del Comercio que se complementen y no se solapen entre sí. También disponemos de una Tourist Info que promociona información turística sobre los pueblos que forman parte de la mancomunitat. Promocionamos la práctica del Deporte en todos los ámbitos, especialmente entre los más jóvenes. Hasta ahora han funcionado muy bien los ‘Jocs Esportius’, Ahora, la ‘Carrera de los Árboles y los Castillos’ es una de las banderas de esa nueva etapa que ahora se abre Y, en resumidas cuentas, actuamos allí donde se nos requiere para mejorar la vida de nuestros vecinos, al tiempo que trabajamos para crear un sentimiento de pertenencia a una comarca.
¿Está satisfecha?
En parte, sí. Creo que el personal es muy bueno, aunque es claramente insuficiente. Hay mucho trabajo por hacer, y necesitamos más personas especializadas en determinados ámbitos. En cualquier caso, soy consciente que falta mucho por hacer. Pero percibo entre los trabajadores de la Mancomunitat cierta alegría, una sensación de que las cosas se están haciendo bien y que pronto se verán los cambios de forma más clara.
¿En esta nueva etapa quedan atrás las disputas políticas?
Yo creo que sí. Creo que todos somos conscientes de que no sirve de nada que las diferencias políticas impidan a la Mancomunitat mejorar donde es necesario. También es una satisfacción comprobar cómo municipios como San Antonio de Benagéber quieren adherirse a la Mancomunitat. Y también Domeño.
¿Qué proyectos quiere llevar a cabo en esta legislatura?
Ufff, son muchísimos. me conformo con sentar las bases de un modo de trabajar, en el que todos nos sintamos implicados y motivados. Quiero que los técnicos y los diferentes profesionales expongan sus propuestas sin ningún temor, porque sé que son personas muy preparadas. Sí hace falta un criterio político a la hora de priorizar, pero siempre es importante escuchar las diferentes posturas e ideas. Sí puedo decir que estamos estudiando diferentes posibilidades de futuro, relacionadas con servicios mancomunados: es el caso de la recogida de basuras o la atención a los animales abandonados. Hace falta que la Mancomunitat lidere una respuesta conjunta.