La Diputación financia 676 obras sostenibles en las comarcas por valor de 12 millones

Los pequeños municipios Benissanó, Casinos, Gátova, Loriguilla, Marines, Olocau y Serra se benefician de la segunda fase

La segunda fase del Plan de Inversiones Financieramente Sostenibles (PIFS) destinará 12 millones de euros en los 187 municipios de menos de 5.000 habitantes que se suman a los 71 millones del remanente de 2014 ya invertidos. En la comarca de Camp de Túria, Benissanó, Casinos, Gátova, Loriguilla, Marines, Olocau y Serra se han beneficiado de estas nuevas inversiones que cada ayuntamiento ha destinado a distintas obras de mejora.

Las actuaciones se van a desarrollar, sobre todo, en edificios municipales, instalaciones deportivas, calles y plazas, en la red de alumbrado público y el sistema de agua potable de los municipios. Este último es el caso de Gátova, Olocau y Serra.

En el caso de Loriguilla se destinará a las obras de reforma de los baños del colegio público Mozart y a las obras de rehabilitación del edificio municipal en la calle Mayor para usos sociales.

El Ayuntamiento de Marines invertirá en la reforma del campo de fútbol de tierra para instalar césped artificial

En Olocau, además, el consistorio dedicará una parte de las inversiones de la Diputación a las obras de rehabilitación de la primera planta de la antigua Almazara.

La inversión proviene del remanente de 2015 y permitirá, “en lugar de aumentar las ganancias de los bancos, crear o mantener alrededor de un millar de puestos de trabajo en las comarcas valencianas”, según ha explicado el presidente Jorge Rodríguez.

Este montante se suma a los 71 millones de euros del remanente de 2014 que ya se han invertido en 1.200 obras y han permitido crear 2.400 puestos de trabajo. El presidente de la Diputación ha asegurado que esta nueva edición de ayudas también se ha hecho siguiendo los objetivos que se marcaron en su momento: “que el dinero se invierta pensando en las personas y no en los bancos, que las adjudicaciones se hagan mediante criterios objetivos y respetando la autonomía de los alcaldes, y que las obras sean sostenibles”.

La principal característica del PIFS es ayudar a los municipios a financiar actuaciones que los propios alcaldes han identificado como necesarias y que no impliquen sobrecostes en mantenimiento y conservación a los que los consistorios no puedan hacer frente después.

Los municipios de hasta 500 habitantes han recibido 30.000 euros fijos más una variable de 13,70 euros por habitante; por otro lado, aquellos de entre 500 y 5.000 habitantes han contado con 50.000 euros más la misma variable de 13,70 euros por habitante. De esta forma, la escala contempla ayudas de entre 30.000 y 120.000 euros, según el número de habitantes de los municipios y en la franja en la que se encuentren.

En función de estas franjas, los municipios de menos de 100 habitantes han recibido algo más de 30.000 euros; los municipios de entre 100 y 500 habitantes entre 30.000 y 40.000 euros; los municipios de entre 500 y 2.000 entre 60.000 y 80.000 euros; y los municipios de entre 2.000 y 5.000 habitantes entre 80.000 y 120.000 euros.

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