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La variedad enseña

Blog de Jesús Martí coaching deportivo

 

En las categorías inferiores de los deportes colectivos, surge a veces la cuestión de la conveniencia de ir rotando a los jugadores en varias demarcaciones del campo. Es cierto que mientras el joven deportista no destaca especialmente en alguna posición en concreto, los entrenadores van probándolo aquí y allá para ver su rendimiento. Pero también es cierto que desde bien temprana edad si a algún jugador se le ven cualidades que le hacen ser especialmente idóneo para una posición se tiene tendencia a mantenerlo ahí.

 

¿Qué es lo que se debería hacer entonces? Esta pregunta tiene más fácil respuesta si fijamos claramente cuál es el objetivo de una escuela deportiva y de la tarea del entrenador en las categorías inferiores. Si tenemos en cuenta que el objetivo en benjamines, alevines e infantiles no es (¡no debería ser!) el resultado, sino la formación de deportistas y personas, empezamos a ver cuál es el camino a seguir en este tema en concreto.

 

Deportivamente, el tener diferentes cometidos durante una temporada va a hacer que los jóvenes deportistas aprendan las características particulares de cada posición. No se trata de cambiarlos cada partido, sino de que estén en cada posición el suficiente tiempo como para que aprendan las peculiaridades de esa posición, así como las responsabilidades que de ahí se derivan. Que obtengan la experiencia.

 

Un deportista joven no debe de tener un papel que sea limitado porque el aprender a jugar en varias posiciones le va a permitir desarrollar muchas habilidades. Para su futuro como jugadores cuando alcancen la edad adulta, el haber jugado en varias posiciones hará que sean jugadores polivalentes, y mejorará su capacidad de trabajo en equipo al entender las dificultades a las que se puede enfrentar el compañero que juegue en otra posición.

 

Por otro lado, y desde el punto de vista del crecimiento personal, el sacar a los chavales de su “zona de confort” poniéndolos a jugar en posiciones en las que no lo tienen todo controlado, hará que tengan necesariamente que esforzarse, superar bloqueos e inseguridades, tomar decisiones y asumir responsabilidades nuevas. Así estaremos ayudando a formar personas que, en un futuro, tendrán una mayor capacidad de desenvolverse en las distintas situaciones que la vida les va a plantear.

 

Para hacer esto debemos atrevernos, como entrenadores y formadores, a asumir este reto, a sortear las dificultades que se deriven de cambiar a jugadores de posición. Y tener la paciencia de enseñarles a desenvolverse bien en cada sitio, así como la capacidad de comunicación necesaria para explicar estas decisiones a padres y directivos. Es imprescindible que recordemos todos que en estas etapas nuestro objetivo debe ser enseñar y formar.

 

Jesús Martí Gómez
Coach Deportivo y Personal
info@coach-and-life.eu
@JesusmCoach
www.coach-and-life.eu

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