El portero: cómo mejorar tu juego interior

Blog de Jesús Martí coaching deportivo

 

Son muchos los deportes de equipo que cuentan con una posición específica, la de portero, que merece todo un tratamiento aparte. El resultado de sus errores tiene una trascendencia mucho mayor que los de sus compañeros y eso hace que el jugador que ocupa esa posición esté sometido a una tensión especial.

 

Ya son muchos los equipos que cuentan con un entrenamiento específico para porteros, pero este entrenamiento suele consistir sólo en trabajar las cualidades físicas y técnicas. Sin embargo la capacidad mental es crucial para que el jugador desempeñe esta función con las máximas garantías y con total solvencia.

 

El portero ha de tener la capacidad de estar muy concentrado durante todo el tiempo que dure el choque, con la dificultad añadida de que a veces pasan muchos minutos sin que tenga realmente que intervenir en el juego. Como portero has de ser consciente de tus pensamientos e identificar inmediatamente cualquier pérdida de concentración durante el partido.

 

Es fundamental que nunca te desconectes del partido, sigue las jugadas aunque sean lejanas, implícate, grita o anima de vez en cuando y mantén siempre la vista en el terreno de juego. Esto te ayudará a no perder la concentración.

 

También has de tener la capacidad de controlar tus pensamientos y sentimientos, para así poder olvidar los fallos rápidamente y concentrarte sólo en el presente. Si fallaste debes pasar página y volver a centrarte en el presente, en el aquí y ahora del terreno de juego. Porque si estás ocupado pensando en el pasado (“Fue mi culpa…”) o en el futuro (“Este gol nos costará el partido…”) lo que pasará es que perderemos la concentración y será más fácil que volvamos a fallar.

 

El estar en el presente lo podemos facilitar conectando con nuestro cuerpo, dado que aunque nuestra mente pueda estar liada en el pasado o en el futuro nuestro cuerpo siempre está aquí y ahora. Concéntrate unos segundos en tu respiración, tensa y destensa diversos músculos para ser consciente de ellos… eso te devolverá a la realidad. También debes tener una palabra o expresión clave que te digas, y te sirva como ancla para devolverte al presente cada vez que notes que estás dándole vueltas a alguna jugada.

 

Las jugadas y los errores ya los analizarás cuando acabe el partido, nunca caigas en la tentación de hacerlo mientras dure el choque. Es crucial que mantengas una auto-confianza y una fe total y absoluta en tus capacidades, ocurra lo que ocurra.

 

Y es que ser portero es mucho más que detener balones: la seguridad del equipo se empieza a construir desde esa posición, donde tu capacidad de liderazgo es clave… ¡y tus compañeros la necesitan!

 

Jesús Martí Gómez
Coach Deportivo y Personal
info@coach-and-life.eu
@JesusmCoach
www.coach-and-life.eu

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