Durante los días 6, 7 y 8 de diciembre he tenido el inmenso privilegio de poder participar como colaborador y observador en el grupo de apoyo psicológico al corredor, en la IV Maratón de Castellón. Iniciativa que este año cumplía su segunda presencia y que ha resultado todo un éxito. Consistía en un stand en la Feria del Corredor durante los dos días previos a la carrera, situado en el pabellón de la Pérgola, donde todo participante que lo deseara podía venir a hablar con los psicólogos deportivos. El día de la carrera también estaba el equipo de psicólogos en la línea de meta para atender a cualquier corredor que lo deseara al finalizar la prueba.
Han sido tres días intensos, donde participé en el montaje de la infraestructura y la configuración de los ordenadores el primer día a las 9 de la mañana, hasta la llegada de los últimos corredores y el desmontaje de lo que habíamos preparado a pie de meta el último día. Tres días donde se atendió a unos 200 participantes y he podido vivir de primera mano, como observador, tanto sus inquietudes previas a la prueba, como las explosiones emocionales –muy distintas en unos y otros- de los corredores que iban finalizando la carrera con sus objetivos cumplidos.
Como todo proceso de coaching tal y como yo lo entiendo, las intervenciones que he podido ver realizar han sido a nivel de coaching personal. Sí, es cierto que los corredores realizaban un test centrado en calibrar el estado mental con el que afrontaban la carrera, y que posteriormente era interpretado para ellos por los psicólogos deportivos. Y es cierto también que éstos les daban una serie de pautas y estrategias mentales para acometer la prueba – fijación de objetivos, previsión de problemas, cómo tratar con los pensamientos negativos, cómo encarar la noche anterior, técnicas de relajación, etc…- pautas que acogían con gran interés y convencidos de que su puesta en práctica les iba a ayudar a superar el reto que tenían ante sí.
Pero al final esta sesión servía para hablar con personas, para escucharles exponer sus inquietudes ante el desafío que se habían propuesto (unos simplemente acabar, otros mejorar tiempos…). Para que hablaran de sí mismos, de lo que consideraban sus virtudes, de las carencias que pensaban que tenían, de lo importante que era para ellos cumplir objetivos y sueños. Del esfuerzo realizado para llegar hasta allí; de sus miedos, dudas e inseguridades; de sus recursos, fortalezas y ambiciones. De su capacidad de superación.
A través de ese diálogo, previo a una situación donde sabían que habrían de dar lo mejor de sí mismos, cada persona podía hacerse un auto-análisis profundo y en voz alta. Guiados por las preguntas abiertas que los psicólogos les iban realizando, se establecía una relación de confort y confianza donde ellos podían abrirse un poco más a sí mismos y aumentar en su auto-conocimiento.
Estando presente y observando estos diálogos he podido aprender muchísimo de cada uno de ellos. ¡Y han sido muchos en estos tres días! Cada uno traía su situación distinta, y puedo decir que gracias a ello he vuelto a casa mucho mejor preparado para afrontar mi labor como Coach. He ganado en agilidad, he ganado en comprensión, he ganado por supuesto en experiencia. A todos ellos, tanto los corredores como los psicólogos que intervinieron, me gustaría darles las gracias y expresar mi más profunda admiración por su esfuerzo y sacrificio. Agradecer también la oportunidad que se me brindó de poder colaborar y ver de cerca cómo estos profesionales de la psicología trabajan y ayudan a tantas personas. Me voy satisfecho de haber podido aportar mi granito de arena en la organización del evento para que todo esto pudiera llevarse a cabo con éxito.
Jesús Martí Gómez
Coach Deportivo y Personal
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