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Déle una oportunidad a Haití

 

Haití no es pobre ni por la gracia y ni por el castigo de Dios.

Después de un terremoto, nadie se imagina otra cosa que no sea muertos, desesperación, penuria, gente sin hogar, piernas rotas, gente hambrienta, supervivientes bajo los escombros, y todo lo que puede ocurrir en el lugar de un seísmo, y eso es lo que ocurrió en Haití. La realidad está allí. En este momento mi propósito no es otra cosa que dar a conocer un poco de la historia de Haití, esa Haití antes de la tragedia.

En 1492, cuando Cristóbal Colón descubrió la isla, sus primeros habitantes fueron los indios TAINOS. Entonces la isla se llamaba QUISQUEYA, luego BOHIO. Aparte de las frutas tropicales y otras cosas, la isla era rica en oro. La llegada de los españoles puso fin a esta riqueza cuyo oro se trasladó a España como recompensa de Colon a los Reyes Católicos por su ayuda en hombres y dinero para hacer la travesía. Gracias a la ayuda de un señor que se llamaba BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, los indios fueron exterminados por los españoles, y de ahí empezó la esclavitud. Por falta de mano de obra para transportar el oro a los barcos, tuvieron que traer de áfrica los negros para ejecutar esa faena. Después de vaciar la isla, los españoles encontraron otros alicientes en otros sitios del continente, y la cedieron a los franceses, que la ocupó hasta la independencia.

Haití, como la primera república negra independiente del mundo, nunca ha sido perdonado por el resto de los países del entorno. Los franceses le hicieron pagar su independencia, 20 millones de francos de la época. Los EEUU no reconocieron a este país hasta el año 1862, en plena guerra civil, medio siglo después (concretamente, 58 años después). Sin embargo, la historia se conjura para castigar a Haití hasta tal punto que nunca se habla de la ayuda que en su momento prestó Haití a EEUU, enviando soldados para expulsar a los franceses de Nueva Orleans y Louisiana, o enviando soldados para ayudar a Bolívar en su lucha por la independencia de Bolivia y Venezuela, en detrimento de los españoles.

Haití es un país localizado en el corazón del Caribe que comparte la isla con su vecino, la República Dominicana, a la que llegó a ocupar en varias ocasiones. Forma parte de las 4 grandes Antillas que componen el archipiélago, junto a Cuba, Puerto Rico y Jamaica. Haití tuvo la desgracia de hablar criollo (con mucha honra) y francés. Con el autoaislamiento y el aislamiento exterior, Haití perdió el tren del desarrollo comercial. A raíz de esta circunstancia sus gobernantes, para protegerse, se dedicaron a la repartición de las tierras etc., etc.… Aun así supieron salir adelante, de ahí viene el seudónimo de Haití como LA PERLA DE LAS ANTILLAS. A pesar de todo,Haití sigue siendo un país rico en cultura.

En el siglo XXI, Haití es conocida como uno de los países más pobre del hemisferio sur. No es una casualidad. Este país ha sido castigado por distintos fenómenos: una dictadura feroz, de varias décadas; gobernantes de nueva generación, corruptos e ineptos; empresarios extranjeros, sin escrúpulos y codiciosos, con afán de ganar a costa de los más débiles (la misma pelota de béisbol se fabrica en Haití y en EEUU, pero tienen un coste diferente: al haitiano le pagan un dólar al día, mientras que el americano cobra 7 dólares la hora, por hacer el mismo trabajo). También hablamos en Haití de fenómenos naturales, como huracanes, que asolan la isla últimamente de manera constante… debido probablemente a los cambios climáticos, y para el colmo la famosa GLOBALIZACION.

La globalización, el cáncer de los países en vía de desarrollo, obliga al agricultor a dejar su tierra porque no le es rentable cultivarla, porque no puede competir con otra agricultura subvencionada que te obliga a comprar sus productos más baratos. ¿Cómo puede vivir en la miseria un país con una tierra tan fértil, con unos recursos naturales innatos? Frutas tropicales, caña de azúcar, hortalizas, tubérculos, arroz, maíz, judías, pescado, minerales como la bauxita, el aluminio o incluso petróleo no explotado…

Haití no es sólo Puerto Príncipe, la capital donde se habla siempre de miseria, de violencia, de vudú, etc. Normalmente, los visitantes no tienen la menor idea del resto del país, donde la gente vive con seguridad y tranquilidad, donde la naturaleza comulga con el silencio… una línea costera donde se ubican bonitas playas en el que la playa Labadie, que es la mejor del mundo… en mi opinión. Esa es la Haití de antes de la catástrofe.

Es la reflexión de un haitiano.

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