‘La atalaya que mira desde lo alto de Serra’
Al igual que ocurría en nuestro número anterior, la Torre de la Ermita es una de las cuatro torres vigía que protegían el castillo de Serra[1].
En esta ocasión la torre de guaita se encuentra emplazada en el punto más alto de la localidad de Serra, junto a la Ermita dedicada a San José y a la Santa Cruz. Se trata de una atalaya a la que se accedía desde el centro de la localidad a través del camino del Calvario. De este modo aparecen los dos topónimos con los que se le conoce en la villa.
Esta torre de origen musulmán es considerada Bien de interés cultural desde 2002. Aunque no se sabe su fecha de construcción podemos decir que se encuentra entre los siglos VIII y IX. Al igual que todas las torres estudiadas hasta el momento, ha sido construida empleando la técnica del tapial. Es de planta cuadrada y por algunas fuentes escritas sabemos que está hueca desde la base hasta la parte alta. En la actualidad presenta una abertura a aproximadamente 2 metros de altura desde su base.
Como ocurre en todas las torres de la misma época, el acceso a su interior debió ser a través de la primera planta, empleando para ello unas escaleras de mano de madera, pues en el supuesto de haber sido de obra todavía quedaría algún vestigio. Los forjados se realizarían con vigas o rollizos de madera y tendría una plataforma que facilitaba los trabajos propios para los que había sido construida.
En la actualidad se encuentra en estado de ruinas manteniéndose estables las cuatro fachadas, aunque con un deterior avanzado en sus paramentos. De este modo, se aprecian abundantes desconchados, fruto de las pérdidas de mortero que conformaba la tapia (tierra y cal). Debido a su mal estado de conservación se aprecian las piedras que se emplearon para realizar la tapia, lo que indica que hablamos de una tapia antigua, anterior a la tapia valenciana.
Nos encontramos ante una edificación que precisa de una intervención urgente. El avanzado estado de degradación produce daños estructurales que pueden derivar en un aumento del coste de su restauración. Con los efectos del agua, el muro estructural perderá su capa exterior, que es la que contiene mayor cantidad de cal, y con ello se pierde la protección y estabilidad del conjunto que esta construido con piedras y arenas compactadas manualmente.
Nos encontramos ante una de las torres que conformaban el conjunto histórico-cultural de las torres vigía del Castillo de Serra. Grupo de construcciones estratégicas que dominaban visualmente la Serra Calderona, el valle del Túria y parte de la costa levantina. Hecho que daba capacidad de anticipación durante las defensas de dicho castillo.
[1] El conjunto defensivo de las cuatro torres de guaita lo conforman: La Torre de Ría, la Torre de la Ermita, la Torre del Señor y la Torreta de Santarenya.