Una visión general de nuestra comarca
En la época islámica los territorios valencianos de huerta eran los más densamente poblados. Fueron precisamente los musulmanes quienes crearon la infraestructura necesaria para explotar la riqueza agrícola. De este modo, aparecieron alquerías, con una infraestructura propia para su habilidad. En el Camp de Túria, como en el resto del territorio valenciano, existe una gran diferencia entre el llano y la montaña, entre zonas muy pobladas y de escasa población. Esto hace que existan en las mismas alquería, fortificaciones y torres vigías para conseguir el control de todas las zonas circundantes.
Por otro lado, el poder y dominio sobre el territorio se ejercía desde los puntos más elevados del territorio, las montañas. En las zonas montañosas todos los enclaves estaban situados en la parte superior de un montículo, desde donde se domina su entorno y las vías de comunicación. Así, la vigilancia de una amplia zona exigía castillos dependientes de uno principal, que controlaban los puntos más alejados y servían de vínculo de unión. Esta era la función de las torres vigía que encontramos en estas zonas. Aparte de las funciones básicas de vigilancia de cualquier torre, las torres buscaban asegurar el control y el dominio de las fronteras rurales entre los distintos castillos y además aseguraban el control de las vías de comunicación[1].
Como se ha ido analizando durante los artículos publicados en el 2018, las torres vigías tienen multitud de similitudes. Entre las principales se en encuentran su sistema de construcción que siempre se realiza empleando la antigua técnica del tapial; su acceso siempre se realizaba por una puerta ubicada en la primera planta y que dificultaba el asalto de los enemigos; su planta es cuadrada o ligeramente rectangular, salvo en el caso de la torre de Felx de Benaguasil; el componente visual entre las torres es necesario, porque de lo contrario estas construcciones no tendrían ninguna función.
La presencia y necesidad de emplazar estas fortificaciones muchas veces daba la oportunidad de crear alquerías fortificadas donde habitaban distintas familias. Muchos de estos pequeños núcleos urbanos han evolucionado con el paso de los años y han dado origen a muchos de los pueblos que conforman nuestra comarca. En ocasiones estas torres se encontraban en alta montaña y completaban la red de vigilancia de un castillo principal. Algunas de estas torres no presentaban ningún núcleo poblado, salvo el de los mismos vigilantes. Esto se debía a lo difícil que resulta vivir en estas zonas donde escaseaba el agua, la comida y el acceso era complicado.
Es habitual encontrar muchas de estas torres vigías, sobre todo las vinculadas a alquerías islámicas, en zonas donde abunda el agua, donde hay mucho cultivo para la alimentación y en lugares estratégicos donde la vigilancia es más sencilla.
En el plano que presentamos en este artículo se muestran
todas las torres vigías analizadas individualmente en los anteriores números.
Algunas ya desaparecidas y la mayoría de ellas con un avanzado grado de
abandono. Con el trabajo de este año de Joglars Edetans se busca poner en valor
a todas estas edificaciones del Camp de Túria. Del mismo modo, se invita a
instituciones culturales, institutos de estudios, centros de estudios locales y
ayuntamientos, a realizar trabajos en busca de la catalogación y la
conservación de este patrimonio altamente castigado por el paso de los años.
[1] RODRÍGUEZ PEDRAZA, Dolores. “Torres vigía de la Valencia musulmana”. En: Construcción con tierra. Tecnología y arquitectura. Congresos de arquitectura de tierra en Cuenca de Campos 2010/2011. Valladolid: Cátedra Juan de Villanueva. Universidad de Valladolid. 2011. P. 113-120.