Un nuevo impulso para el Consorcio València Interior

Robert Raga, alcalde de Riba-roja y presidente  del Consorcio València Interior

La asamblea del Consorcio València Interior (CVI) ha decidido elegirme como nuevo presidente de este ente público en sustitución de Manuel Civera, quien ha ejercido el cargo durante los últimos cuatro años. Para mí, supone una responsabilidad enorme y al mismo tiempo un reto ilusionante la decisión de los miembros del Consorcio de elegirme para desempeñar este cargo que compatibilizaré con total garantía con el de alcalde de Riba-roja de Túria.

El Consorcio València Interior es uno de los organismos que durante los últimos tiempos ha experimentado un mayor auge en nuestra comarca, aunque al mismo tiempo continúa estigmatizado para algunos sectores de nuestra sociedad. Sin embargo, cabe reconocer que las elecciones de mayo de 2015 supusieron un punto de inflexión en la gestión del Consorcio que aglutina a 61 municipios de cinco comarcas. De un periodo de polémicas, opacidad y problemas, se pasó a otra etapa en la que la transparencia y la eficiencia fueron sus señas de identidad. De la indiferencia más absoluta a una presencia global en la sociedad bajo un prisma eficaz en la gestión y más asertivo por parte de las familias. En total, cerca de 250.000 habitantes de estas zonas son los beneficiarios principales del CVI cuya labor es esencial en el tratamiento y reciclaje de los residuos sólidos urbanos.

Constituido en 2008, la más de una década de funcionamiento que lleva el Consorcio València Interior a sus espaldas es la historia de un organismo que afronta en estos momentos una de las labores más extraordinarias a la que nos enfrentamos: liderar las políticas ambientales frente al cambio climático desde una posición racional junto a todos los ayuntamientos. El trayecto no es fácil, pero tenemos ante nosotros un reto de enorme trascendencia para el futuro de nuestros hijos. Entre todos debemos ser lo suficientemente conscientes de que es un trabajo conjunto entre la administración –el CVI y los ayuntamientos- y las familias. Si alguna de estas patas falla entonces el reto será más difícil de conseguir.

Durante los últimos cuatro años, Manuel Civera, alcalde de Llíria y compañero de partido, ha realizado una labor ingente y magnífica. Su presencia al frente del consorcio ha sido encomiable. Ha tenido la paciencia, la dedicación y los conocimientos suficientes para colocar a este organismo en el lugar que le corresponde. La importancia del CVI es cada vez mayor, no solo por su función sobre el medio ambiente sino sobre todo porque los ciudadanos son más conscientes de que es necesario contaminar menos y aplicar, con decisión, políticas basadas en la economía circular. En la medida en la que entre todos seamos capaces de articular proyectos e iniciativas que redunden sobre nuestro entorno, más cerca estaremos de conseguir nuestro objetivo.

Dirigir un ayuntamiento del tamaño y de la importancia de Riba-roja durante los últimos cuatro años me ha servido para descubrir con mayor conocimiento de causa todas las inquietudes, las demandas y las necesidades de los vecinos de un municipio que me servirán para dirigir los destinos de este nuevo proyecto. Durante este periodo, Riba-roja se ha distinguido en el ámbito valenciano, español y europeo como ejemplo pionero por aplicar criterios ambientales en toda su gestión. Sólo en el último año hemos reducido en 3.300 toneladas las emisiones de dióxido de carbono, apostamos por el uso de vehículos híbridos y eléctricos y hemos diseñado un anillo peatonal y ciclista de primera magnitud. También hemos obtenido una subvención de 4 millones de euros, junto con Paterna, para prevenir incendios en el Parc del Túria y la Vallesa con aguas residuales reutilizadas. Proyectos e iniciativas que redundan en el bienestar ciudadano.  

Por todo ello, es momento de continuar con las reformas emprendidas en los últimos tiempos en el CVI y ahondar con mayor ahínco si cabe en las mejoras de la recogida de los residuos selectivos –en especial el papel, cartón, plásticos y envases ligeros- y en una reducción en los costes económicos en la gestión de este organismo.