Robert Raga, alcalde de Riba-roja de Túria
La execrable invasión rusa de Ucrania ha puesto de manifiesto hasta qué punto la condición humana es capaz de atentar contra los mínimos códigos internacionales sobre los derechos humanos. Con el transcurrir de los días, aumentan los destrozos que las tropas rusas infligen sobre el territorio ucranio dejando a su paso imágenes que, de forma inexplicable, parece mentira que estemos viviendo actualmente.
Si nos hubiesen dicho hace escasas semanas que la situación que estamos sufriendo en estos momentos serían una realidad, seguramente pensaríamos que se trataba de una película que narraba alguna batalla de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, desgraciadamente, son una realidad y un hecho palpable ante el que no nos podemos quedar inertes ya que están en juego las vidas humanas. Con miles de personas que han emprendido la huida de Ucrania desde que se inició la invasión en dirección, especialmente, a los países limítrofes –por una cuestión de operatividad y cercanía-, se hace necesaria una respuesta internacional que, como no podía ser de otra manera, ya se empieza a articular.
La sociedad civil, las asociaciones, las organizaciones humanitarias y todo un conglomerado de instituciones públicas y privadas han iniciado una respuesta firme y decidida en ayuda al pueblo ucranio. Los ayuntamientos, como administración más cercana a los ciudadanos, estamos articulando ya toda una serie de iniciativas para que los ciudadanos que están sufriendo el calvario de una invasión –algo inimaginable en pleno siglo XXI- tengan una ayuda importante en su día a día.
El pueblo valenciano ha demostrado desde siempre que es un territorio arraigado socialmente con sentimientos trascendentales como la solidaridad, la filantropía o la humanidad. En esta ocasión no podía ser menos y, por ello, estamos aunando esfuerzos, trabajo y empeño para que el apoyo a Ucrania sea, plenamente, efectivo.
En el caso de Riba-roja de Túria, ya hemos puesto a disposición nuestra localidad para albergar y acoger a todos aquellos ciudadanos que, procedentes de Ucrania, huyan de la cruenta guerra y busquen un espacio que ahora mismo no tienen en su país. A raíz de la propuesta del president de la Generalitat, Ximo Puig, de convertir a al Comunitat Valenciana en un territorio receptor de refugiados ucranianos, hemos decidido aportar nuestro grano de arena para contribuir en la medida de nuestras posibilidades en el bienestar de estas personas.
Se trata no solo de un gesto de solidaridad sino, también, de una obligación moral ante la barbarie que está asolando a Ucrania. Y, además, de acuerdo al protocolo establecido por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) hemos establecido un mecanismo de recogida de enseres y materiales de los vecinos de Riba-roja de Túria con destino a aquel país.
Ponernos a disposición de los 38 vecinos originarios de Ucrania que viven en nuestro municipio ha sido una de las primeras medidas adoptadas, para asesorarles y prestarles todo el apoyo del ayuntamiento en estos terribles momentos. Y, además, hemos creado una comisión especial de seguimiento, con la participación de todos los partidos políticos, para evaluar y gestionar una respuesta rápida ante esta delicada situación. Unidos y coordinados son las dos claves con las que toda la sociedad en su conjunto puede responder ante este panorama mundial.
No se trata sólo de un conflicto territorial sino que estamos involucrados todos ya que nuestro futuro está en juego.