Acuña la Real Academia de la Lengua el término ‘leyenda’, en una de sus acepciones, a una relación de sucesos tradicionales o maravillosos que permanecen en la memoria de las personas y se transmiten de generación en generación.
Desde Infoturia, y muy al hilo de la rabiosa actualidad, hemos querido buscar un referente particular, en el fútbol de nuestro pueblo de L’Eliana, que se equipare al record goleador batido en estas últimas fechas por el aclamado futbolista Leo Messi, en el que ha superado la barrera que marcó, en su día, el alemán Gerd ‘Torpedo’ Müller. Nada menos que ¡34 goles! marcó nuestro Salva en una temporada. Obtuvo él sólo, en ese año, más goles que el resto de sus compañeros juntos.
Retrocedemos las agujas de nuestro reloj de la Historia hasta hace, justo, treinta años, tres décadas, año 1983. Fue al año de la gesta de uno de los mejores delanteros centros nacidos jamás en esta tierra. Salvador Desco Coll, su nombre completo. Desco, su nombre deportivo. ‘Savalín’, como cariñosamente era conocido por sus compañeros de equipo y por la parroquia elianera. ¡Que así se llamaba un ídolo tan cruel y prematuramente desaparecido, en plena juventud, a mediados de los noventa, aunque su rutilante estrella brillará siempre en este pueblo!
Las nuevas generaciones de chavalitos y futbolistas, que no tuvieron la fortuna de conocerlo, deberán contentarse con los relatos y cuantos emocionados recuerdos se arañen a un tiempo maravilloso, demasiado corto, en el que sí lo tuvimos con nosotros. Su hazaña de aquella temporada no ha podido ser igualada por nadie aún en el equipo rojillo y fue clave para que Salva haya sido elegido como la primera ‘Bota de Oro’ de toda la Historia en el Club. ¡34 goles! De ellos, 14 obtenidos tras jugada personal, 12 con la cabeza, 3 a balón parado y los 5 restantes, de diferente manera. ¡Ahí queda eso!
El cruel destino tuvo otras miras para él pero no podrá evitar nunca que dentro de cien años se recuerde a Savalín Desco como el extraordinario deportista y excepcional persona que fue. Querido desde todos los estratos. Compañeros de equipo como Ximo Pons, Vicent Lacomba o Nacho Pérez evocan su enorme humanidad. El gran entrenador Ángel Martínez elogia de su querido pupilo el enorme carácter que daba al equipo. A una aficionada elianera de pro, Encarna Albert, aún se le humedecen los ojos, hoy en día, al recordar lo muy querido que fue Salva por todos.
Un deportista íntegro, en el sentido más amplio de la palabra. Persona de enorme complexión física, de gran zancada y envergadura. Muchas opiniones siempre apuntaron que en el baloncesto brillaba, incluso, con más fuerza que en el fútbol. Vamos, de esa ilustre estirpe de elegidos que destacaban en todos y cada uno de los deportes que se cruzaban en su camino. El color dorado del cabello de aquel rubiales es comparable al que acompañará siempre a su nombre en el equipo de fútbol de L’Eliana. Su vuelo de águila imperial jamás dejará de cobijar a todos los buenos futbolistas que aporte este pueblo.
Tal y como consta en la inscripción de su ‘Bota de Oro’:
“Seguiremos viéndote siempre en nuestros mejores sueños, con tu roja elástica al viento y el escudo de L’Eliana en tu pecho, sobrevolando por encima de cualquier enemigo, en tu blanco corcel, a la búsqueda de rivales porterías.”
Hayan servido estas humildes palabras para honrar la memoria del ‘mejor artillero de todos los tiempos’ que vistió esta camiseta. La legendaria figura de aquel ‘9’ vivirá eternamente.