¡Marcó todo un camino!

 

 

“Marco Marco, marcó”.

No, no es una errata lingüística. Para todo el mundillo del fútbol, en el pueblo de L’Eliana, tiene sentido este aparente juego de palabras casi análogas aunque con signos de puntuación ortográfica que las diferencian notablemente. Probablemente, es el acento de la última de las palabras el que se ajusta plenamente a la personalidad del homenajeado que hoy tenemos el placer de rememorar, desde la Redacción de Infoturia, para deleite de todos nuestros lectores. Es el acento que acentúa no sólo una palabra sino toda una vida de servicio a su equipo y al deporte en este pueblo.

 

Sin más preámbulos, innecesarios para los buenos aficionados al deporte rey durante las últimas décadas, remarcamos que nos estamos refiriendo a don José Marco Marco, el legendario Presidente del equipo de fútbol de la S.D. L’Eliana, aquél cuyo mandato ha sido el más longevo de todos los tiempos en este equipo. Se prolongó hasta ¡diecisiete temporadas! Forma, junto con Manolo Tamarit, cuya trayectoria también tendrá en este periódico el eco que se merece, el dúo presidencial más laureado de toda la historia futbolística elianera. José Marco tiene ganado un puesto de privilegio no solamente por haber dirigido los destinos de un establecimiento alimentario emblemático, en esta localidad, sino por su faceta deportiva, que puede que sea menos conocida para  hornadas actuales de futbolistas. A éstas podemos apuntarles, como sabio consejo, que siempre es un deber honrar a todas las leyendas del pasado en un Club de fútbol.

 

Pepe vivió todas las grandes experiencias que un Presidente puede vivir en un equipo de fútbol. Desde Ascensos y grandes logros, superando cualquiera de los registros vividos hasta esos momentos, hasta grandes decepciones producidas por la lacra de los descensos.

 

Su laborfue colosal y traspasó las barreras meramente deportivas. Supo alternar, con gran maestría, la “vara de mando” –siempre necesaria para capitanear una nave de tal envergadura- con unas inyecciones de moral y “de todo tipo” irrepetibles, las cuales ofrecía a sus muchachos, para propiciar un ambiente cálido y agradable, que convirtió en delicia para toda la inmensa plantilla, su permanencia en el Club.

 

Nadie ha tenido un puesto de esa responsabilidad, en el Club, de tanta duración como José Marco. ¡Casi dos décadas al frente del Club!

 

Pero no todo el mundo es conocedor de que Pepe hizo sus pinitos, como jugador de campo, en el equipo del pueblo. En la foto que ilustra el reportaje, aparece con el equipaje rojiblanco, a mediados de los Cincuenta. ¡Quién le iba a decir entonces que el destino tenía guardados para él otros designios! La instantánea tiene su importancia porque es, probablemente, la única que conserva su imagen como futbolista activo.

 

Pepe toma las riendas del Club en la temporada 1972/73. El equipo milita, por ese entonces, en el Grupo 4 de la Primera Regional Valenciana. No es la primera vez que insistimos en que aquella Categoría dista un abismo de la homónima vigente hoy en día. La similitud estriba, únicamente, en la denominación de la misma. Al final de la campaña el equipo logra una discreta sexta posición, en la tabla clasificatoria.

 

Sin embargo, Pepe da el primer golpe de timón en la temporada siguiente. Tras una minuciosa planificación de la plantilla, y tras una durísima batalla, el Club logra el primer Ascenso de su historia a la Segunda Categoría Regional, al ser los mejores segundos clasificados de entre todos los Grupos. Poca gente era aún consciente de que lo mejor estaba por llegar.

 

Marco comprendió, desde el primer momento, que el éxito deportivo debía fundamentarse en el perfecto ensamblaje de todas las piezas que componen el organigrama de un Club de fútbol. A una hornada fantástica de jugadores, entre los que podemos citar al inolvidable “Parra“, a Salva Guardiola, o a Juan Andrés el “Pijo“, se unían otras esferas fundamentales de trabajo, como la excelente aportación de Vicent Desco, el “Moret“, o “señor Moreti“, como Delegado y “alma mater” del equipo, santo y seña del mejor espíritu elianero de todos los tiempos.

 

Bajo la máscara de un hombre que, algunas veces, pudiera parecer como demasiado recto, tosco o inflexible, se escondía un excelente ser humano, afable, educado, amigo de todos y que siempre veló por el bienestar de todo su entorno.

 

Tras unas campañas de afianzamiento en la categoría, la segunda de las hazañas, bajo el mandato del señor Marco, se produce en la temporada 1978/79. El equipo logra ser Campeón absoluto del Grupo Segundo de Segunda Regional y logra el Ascenso a una Categoría completamente desconocida en este pueblo. Todavía pueden recordarse la euforia reinante en el pueblo y las celebraciones posteriores, en las que el equipo tuvo que saludar desde el propio balcón del Ayuntamiento a una hinchada enfervorecida.

 

En los años posteriores el equipo logró mantenerse en la Categoría, habitualmente en posiciones desahogadas en la tabla clasificatoria, pero Pepe, y su equipo, tuvieron un revés inesperado en la temporada 1982/83. El Descenso fue, sin embargo, bastante efímero y un año después retornó a la Primera Categoría Regional, Grupo Norte-Centro, en la legendaria temporada del mítico Savalín Desco.

 

Después de ese momento, militando en el grupo Norte-Centro –que derivó en la denominación de grupo Segundo- de la Primera Regional, nuestro personaje central de esta crónica, en su constante afán de superación, se propuso forjar los cimientos para el Ascenso a la Regional Preferente, algo jamás soñado y que a nadie se le había pasado por la imaginación tan sólo unos años antes. Ése sería el legado, para la laureada Historia del Club, de Pepe Marco, de don José Marco Marco -con letras mayúsculas-, un Presidente de leyenda, una figura que marcó toda una época, porque el Club lograría, al fin, ese tan ansiado Ascenso en la temporada 1990/91, con una plantilla de jugadores que parecía de otra galaxia.

El equipo de fútbol de su pueblo jamás podrá saldar su deuda de gratitud con uno de su más míticos Presidentes. Resulta muy gratificante poder honrar, mediante una crónica periodística, a un personaje fundamental en la Historia del Deporte en este pueblo. Esperemos que todo lo que ha significado su trayectoria, para el Club de sus amores, fructifique en las nuevas generaciones que militan en el actual equipo de L’Eliana, incluyendo a todas las Categorías inferiores. No es que fuera Marco, sino que…

“marcó todo un camino”