El portavoz de Infraestructuras y Transportes del grupo socialista en Les Corts, Francesc Signes, ha denunciado que “el Consell ha dejado sin ejecutar 35 actuaciones en carreteras de la Comunidad que figuraban en los presupuestos autonómicos de 2009”.
José García
Además, Signes ha criticado que no que se sepa “cuál va a ser el destino de estas infraestructuras”, que son “todas ellas necesarias para la mejora de la red autonómica y la seguridad vial en nuestras carreteras”.
La razón oficial de esta no ejecución es, según las respuestas parlamentarias dadas por el conseller Flores al diputado socialista el pasado 3 de junio, que “la Conselleria priorizó otras actuaciones”. Sin embargo, Signes considera que “existiendo consignación económica para ellas, no puede haber otra razón que la necesidad del Consell de que el montante económico destinado a estos trabajos pase a paliar el grave déficit presupuestario de la Generalitat”, lo que “evitaría seguir aumentando la gravísima deuda del Ejecutivo de Camps”.
Según el portavoz socialista, si a estas inejecuciones añadimos las 117 carreteras autonómicas que han desaparecido de los presupuestos de 2010 o las paralizaciones en la CV-10 en Castelló, la CV-50 en la provincia de Valencia o la CV-95 entre Orihuela y Torrevieja, podemos concluir que “la política de infraestructuras viarias de la Generalitat es un auténtico desastre, fruto de la falta de planificación y de voluntad política de Camps y su conseller Mario Flores”.
Según el PSPV-PSOE, entre las 35 obras que no van a ejecutarse en la provincia de Valencia se encuentran la Ronda sur de la CV-50 en Tavernes de la Valldigna que descolapsaría el paso de turismos a la playa por dentro de esta ciudad; la duplicación de la CV-700 desde Pego a la N-332; la prolongación del desdoblamiento de la CV-35 entre Tuéjar y Titaguas; la nueva carretera de conexión Torrent-Picassent-Alcàsser; los desdoblamientos de los accesos a Dénia, Cullera, Requena y Utiel, o el desdoblamiento de la conexión de la AP-7 en Tavernes de la Valldigna.