Cierre perimetral en fin de semana para de los municipios de más de 50.000 habitantes
La Comunitat Valenciana ha registrado 40 fallecimientos en la última jornada y 4.947 nuevos contagios, y el número de ingresados se sitúa en 4.338 (41 más que el sábado), de los que 586 están en UCI (seis menos que el día anterior). Además, se han contabilizado 10 nuevos brotes (seis en la provincia de Alicante, tres en la de Valencia y uno en la de Castellón), con 65 afectados, y todos menos uno son de origen social.
Los indicadores del coronavirus han continuado al alza en la Comunitat Valenciana durante la tercera semana de enero, con registros nunca vistos desde el comienzo de la pandemia que han obligado a adoptar nuevas restricciones por parte del Gobierno valenciano. Con las nuevas medidas, se prohíben las reuniones de no convivientes en domicilios y se confinan perimetralmente las grandes ciudades durante los fines de semana y festivos.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado que las nuevas limitaciones entrarán en vigor este lunes 25 de enero y se mantendrán hasta el próximo 15 de febrero. En concreto, estas restricciones limitan las reuniones a los convivientes en el espacio privado y a dos personas que pueden ser de dos núcleos de convivencia distintos en el espacio público.
Los encuentros familiares o sociales dentro de las casas quedarán limitados al mismo núcleo de convivencia, salvo excepciones como la crianza o los ciudados a mayores, reuniones laborales o institucionales y actividades en el ámbito educativo.
En cuanto al espacio público, tanto si son espacios cerrados o al aire libre, los encuentros familiares o sociales se limitarán a un máximo de dos personas, salvo que se trate de convivientes. En este caso, también se aplicarán las excepciones de reuniones laborales o institucionales, actividades en el ámbito educativo y los cuidados a personas vulnerables.
Asimismo, también decreta el cierre perimetral municipal de las ciudades de más de 50.000 habitantes durante los fines de semana y festivos. Se aplicará desde las tres de la tarde del viernes hasta las seis de la mañana del lunes siguiente.
Esta limitación afectará a las ciudades de Valencia, Alicante, Elche, Castellón, Torrevieja, Torrent, Orihuela, Gandia, Paterna, Benidorm, Sagunt, Alcoy, Sant Vicent del Raspeig, Elda-Petrer y Vila-real. El nuevo decreto también incluirá el confinamiento perimetral de la Comunidad Valenciana, que se prorrogará hasta el próximo 15 de febrero.
A este respecto, Ximo Puig ha afirmado que este decreto «es un aviso de aquello que ahora no se puede hacer y un llamamiento a la corresponsabilidad, tras la peor semana que ha vivido la Comunidad Valenciana desde el inicio de la pandemia».
«Más allá del dolor que sentimos y la solidaridad que trasladamos a todas las personas afectadas y a sus familias, la reacción de la Generalitat ha sido contundente», ha destacado el jefe del Consell, que ha remarcado que desde el pasado jueves «está cerrada toda la hostelería, está restringido el horario de comercio desde las seis de la tarde y estas medidas, junto al toque de queda a las diez de la noche, han propiciado un semiconfinamiento en la vía pública».
En este contexto, Puig ha apuntado que el objetivo ahora es que se produzcan «las menores relaciones sociales posibles». «Hoy damos un paso más allá, un paso decisivo en las restricciones que se extienden también en el ámbito privado, y lo hacemos para reducir el máximo contacto social, tanto en el espacio público como también dentro de las viviendas, porque ahí está el gran foco de los contagios», ha manifestado.
En este sentido, ha detallado que el 69 por ciento de los brotes detectados entre el 13 y el 20 de enero ha tenido un origen social y dentro de los brotes sociales, el 98,7 por ciento, «prácticamente todos», provienen de reuniones con familiares y amigos. «Es en las relaciones familiares donde más nos relajamos y de manera imprudente aparcamos el uso obligatorio de la mascarilla», ha agregado.
El sistema hospitalario en situación crítica
Sobre las nuevas medidas, Puig ha afirmado que la Comunidad Valenciana «no pasará de la noche a la mañana a convertirse en un espacio policial, ni mucho menos». «Sería imposible y no deseable», ha asegurado.
Así, ha resaltado que «no es posible vigilar el interior de las casas y saber quién se junta en ellas, pero tampoco es posible vigilar todos los comportamientos incívicos y eso no significa que no estén prohibidos y que todos sabemos lo que hay que hacer». «Hay cuestiones muy difíciles de vigilar», ha reconocido.
«De esta pandemia no saldremos si no somos responsables cada uno de nosotros. De poco vale que la inmensa mayoría cumpla de manera estricta y solidaria y que otros, una minoría, vayan a lo suyo con una mirada egoísta», ha pronunciado.
Por todo ello, el presidente de la Generalitat ha pedido «un esfuerzo más»: «Sé que estamos cansados y agotados, pero contribuirá a salvar muchas vidas y también ayudará a los profesionales sanitarios que se están dejando la piel y a veces se están dejando su propia salud».
Puig ha insistido en que la Comunidad Valenciana está en una situación «crítica que estresa a todo el sistema hospitalario valenciano». Por ello, ha abogado por dar la respuesta «más contundente». «Unas casas sin reuniones familiares y sociales. Esto es lo que necesitamos ahora para frenar los contagios. Esto es lo que ahora toca, porque en estas semanas nos jugamos mucho. Y todos, cada uno de nosotros, está llamado a contribuir», ha defendido.
Por otra parte, ha subrayado que además de las restricciones y «el dolor por las pérdidas en los hospitales y las residencias», en esta semana «tan difícil estamos en una fase de esperanza y en la salida de la pandemia con el proceso de vacunación».
En este contexto, ha lamentado que la Comunidad Valenciana tiene «pocas vacunas» y aumentará el ritmo de vacunación a medida que lleguen más y ha añadido que esta próxima semana volverá a haber una provisión de Moderna pero «aún escasa».
«Siempre vamos a priorizar a los más vulnerables, porque estamos en un periodo de máxima escasez. No hay vías de saltarse la legalidad y no hay atajos para la vacunación. En el momento en que tengamos suficientes dosis, se incorporarán las personas mayores de ochenta años y ahí es donde vamos a continuar avanzando a medida que tengamos más vacunas, porque la vacunación es la esperanza. Lo vamos a conseguir con el esfuerzo común. Ahora tenemos que tener esta convicción de que cada uno de nosotros puede parar la pandemia y vamos a pensar que en unos meses será posible superarla», ha pronunciado.