El sindicato avisa que el servicio ha pasado de atender a 400 pacientes a tratar a 900
El sindicato CSIF ha exigido por escrito a Conselleria de Sanitat la creación de seis nuevas plazas estructurales para atender las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales de Llíria y Arnau de Vilanova. La central sindical advierte de la imposibilidad de cubrir los sábados por la mañana y numerosas guardias con la plantilla estructural actual y el cese, el 30 de abril, de seis facultativos con contratos covid.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) explica en el escrito dirigido a Conselleria que el Servicio de Medicina Intensiva del departamento de salud Arnau-Llíria, que atiende las UCI de ambos hospitales, ha ampliado su capacidad asistencial en los últimos años. En concreto ha pasado de seis a 16 camas desde 2015 hasta la actualidad. De ellas seis se encuentran en el hospital de Llíria, que llegó a ampliarlas a diez en los peores meses de la pandemia.
El sindicato CSIF señala que esta incremento de camas ha conllevado que se multiplique la atención a pacientes de poco más de 400 a superar los 900 actuales. No obstante, a pesar de duplicarse esa cobertura la plantilla estructural de médicos únicamente ha aumentado en dos facultativos intensivistas y ha pasado de siete a nueve.
La central sindical apunta que este último año ese incremento de pacientes ha podido ser atendido con los seis facultativos contratados como refuerzos covid. De esta forma, pese a la carestía de medios, el total de 15 especialista ha logrado afrontar el incremento de la demanda y cubrir las guardias. El sindicato avisa que esta situación cambiará a peor con el cese de estos seis profesionales que finalizan contrato el 30 de abril y debido a que Conselleria no ha contemplado la creación de una sola plaza de médico intensivista en el departamento.
El sindicato advierte de que “va a resultar imposible la simple cobertura mínima de las mañanas de sábados con la actual plantilla estructural de nueve facultativos”. Del mismo modo alerta de que esa dotación de nueve facultativos “es insuficiente para guardias y para el resto de actividades del servicio, como consulta post-UCI, coordinación de trasplantes y de PCR o consulta de nutrición, entre otras muchas”. También impide la cobertura de vacaciones.
CSIF, ante esta situación que se producirá en apenas una semana y que tendrá “una repercusión negativa en la calidad asistencial a los pacientes”, exige a Conselleria de Sanitat que rectifique su planteamiento inicial y cree “un mínimo de seis nuevas plazas estructurales de la categoría de facultativo intensivistas en el departamento Arnau de Vilanova-Llíria”.