Las elecciones del 24M se convierte en una jornada de grandes cambios en el panorama electoral
El Partido Popular ha sido la fuerza política más votada en las elecciones autonómicas en la Comunitat Valenciana, pero ha perdido 24 diputados respecto a los resultados obtenidos por Camps en 2011. La debacle de los populares (con Alberto Fabra a la cabeza) contrasta con el auge de Coalició Compromís (liderado por Mónica Oltra), que pasa de 6 a 20 diputados. El PSPV, pese a cosechar los peores resultados de su historia, podría gobernar con Ximo Puig con el apoyo de Coalició Compromís y de Podemos, que irrumpe en el parlamento valenciano con 13 escaños, idéntica cifra que otro de los ‘partidos emergentes’: Ciudadanos.
El Partido Popular ha sido el partido más votado en las urnas este 24M, pero se ha dejado por el camino 24 diputados respecto a las elecciones autonómicas de 2011, lo que le obligará a desalojar la Generalitat Valenciana. Ni siquiera un pacto con Ciudadanos, que ha irrumpido en las Cortes Valencianas con 13 escaños, le serviría para mantenerse en el gobierno autonómico.
Así lo reconoció el presidente del PPCV y candidato popular a la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, la noche electoral. Los valencianos han optado por las fuerzas de izquierdas. Pese a que el PSPV ha obtenido peor resultado que en las elecciones de 2011, con 10 diputados menos que en los anteriores comicios, Ximo Puig podría convertirse en el próximo presidente de la Generalitat Valenciana, poniendo fin a dos décadas de gobiernos populares.
El PSPV es la segunda fuerza más votada con 23 diputados, pero sólo tres más que la Coalició Compromís, que se ha convertido en la gran vencedora de la noche electoral por los excelentes resultados cosechados tanto en las autonómicas como en las municipales de la ciudad de Valencia.
La candidatura de Mónica Oltra ha sido la tercera más votada, pasando de los 6 diputados de 2011 a los 20 diputados actuales, mientras que el candidato a la alcaldía de Valencia, Joan Ribó, ha llevado a Compromís a situarse como la segunda fuerza más votada en la capital del Turia con 9 concejales, a solo uno del PP y muy por delante del PSPV.
La que ha sido alcaldesa de Valencia durante los últimos 24 años, Rita Barberá, pese a ser la más votada, ha perdido la mitad de los concejales, pasando de 20 a 10, mientras que el socialista Joan Calabuig empeora los resultados de los anteriores comicios al sacar 5 concejales.
El resto de los escaños del Ayuntamiento de Valencia los ocuparán Ciudadanos, que logra 6 escaños, y Podemos, que sentará a 3 concejales en el hemiciclo.
En ambas instituciones, EU se queda fuera ya que no ha logrado superar la barrera del 5% de los votos.
Con este escenario, el cambio de gobierno tanto en la Generalitat Valenciana como en el Ayuntamiento de Valencia parece evidente que pasa por un pacto de las fuerzas de izquierda, ya que en ninguno de los dos escenarios, al PP le salen los números necesarios (ni sumando los escaños de Ciudadanos a los suyos).
Por el contrario, en ambas instituciones un tripartito entre PSPV, Compromís y Podemos acabaría con más de 20 años de gobiernos populares, 24 en el caso de la ciudad de Valencia.
En la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig gobernaría como fuerza más votada con el apoyo de Compromís y Podemos, mientras que en el ‘cap i casal’ Joan Ribó sustituiría a Rita Barberá al frente del consistorio con el apoyo de socialistas y Podemos.
Aún así, Barberá apuraba en la noche electoral sus últimas opciones apelando a “un pacto de estado frente al radicalismo”. En esta línea, el teniente de alcalde y coordinador de la campaña del PP en la ciudad de Valencia, Alfonso Novo, ha apuntado hoy que “lo que queda es intentar, porque es nuestra obligación como candidatura más votada, conformar un gobierno estable si es posible con las fuerzas más moderadas que han resultado elegidas” y “en el caso de no ser así haremos el trabajo más digno posible en la oposición en defensa, sin lugar a dudas, de los intereses de todos los valencianos”.