La primera semifinal del ‘IX Obert de Albal de Frontó Valencià’, que enfrentó a las parejas Adrián de Museros y Lemay de Quart de Poblet (rojos) contra Cervera de Alaquàs y Pasqual de la Pobla de Vallbona (blaus) acabó con victoria de los primeros, por un claro 41-26.
JGC
La partida enfrentó a dos parejas distintas que optaron por modelos de juego diferentes: por un lado, Pasqual de La Pobla optó por saques cortos y bajos, que buscaban a Lemay, mientras que éste hizo saques largos y pegados a la pared, que pretendían encajonar a Cervera en el rincón del resto y privar a Pasqual de la posibilidad de jugar al aire. En el resto, Adrián se encargó de devolver las pelotas que le enviaban a rebote sus rivales, mientras que Cervera hizo una gran partida: lo devolvió prácticamente todo, hizo varios tantos espectaculares y corrió muy bien hacia delante, cubriendo con eficiencia el juego a dos paredes de Lemay.
Además, Pasqual se esforzó por intercambiar pelotazos con Lemay, con un juego agresivo, mientras que el cubano optó por un juego pragmático: no rehuía el enfrentamiento con el punter de la pareja rival, pero variaba sus acciones con la idea de evitar que ninguno de ellos pudiera entrar de lleno en la partida. Esta estrategia, junto con el buen hacer de Adrián (quien asumió un rol secundario pero efectivo, cumpliendo bastante bien cuando tuvo que intervenir) demostró ser un planteamiento inteligente que dio buen resultado.
La pareja de blaus se adelantó 0-2, pero un parcial de 5-0 a favor dels rojos volteó el resultado; a partir de ese momento, la pareja integrada por Adrián y Lemay se dedicó a variar sus ataques y, sobre todo, a evitar que la pareja rival pudiera encadenar varios tantos seguidos: sólo en dos ocasiones pudieron sumar Pasqual y Cervera cuatro tantos consecutivos, y fue muy al final de la partida; lo habitual fue que sumaran uno o dos puntos en cada ocasión, lo que les impedía pensar en remontar el tanteo.
Lemay y Adrián, por su parte, lograron romper la partida con 11 puntos consecutivos (pasándose de 14-9 a 25-9). A partir de ese momento, hubo un intercambio de tantos por ambos equipos en donde la pareja roja siempre tuvo en control sobre el marcador (28-14, 32-16, 36-18).
Fue precisamente cuando se encaraba el desenlace de la partida cuando Pasqual y Cervera ofrecieron su mejor juego: con Cervera jugando hacia adelante y complicándole la vida a la pareja rival, con golpes en mitad de la pista que obligaban a la pareja rival a correr hacia la pelota… la reacción llegó demasiado tarde y, al final, Lemay y Adrián lograron su pase a la final con una brillante victoria (41-26).