El pasado jueves, 4 de agosto, InfoTúria publicó una información referida a las modificaciones en el servicio de recogida de basuras que se aprobaron en el pleno del Ayuntamiento celebrado el día 25 de julio. Ahora, desde el consistorio se desea puntualizar que esos cambios “no implicaran un perjuicio en el servicio, mientras que serán beneficiosos en términos de eficiencia”.
José García
En aquel pleno, se aprobó un “ajuste” de los servicios de recogida de residuos que se prestan en días festivos y domingos, así como una “reasignación de frecuencias” en las zonas residenciales extensivas; en pocas palabras, en esas zonas la basura se recogerá (entre junio y septiembre) con una frecuencia igual a la del resto del año: cuatro veces a la semana.
Se admite, por parte del consistorio, que esta modificación en el servicio “afectará al contenedor marrón o verde, en los domingos y días festivos, en los que habrá una reducción de aproximadamente el 50%”. Es decir, la reducción a la mitad del servicio de recogida de basuras no será global, sino sólo en este tipo de residuos, aunque también se admite que la frecuencia pasará, de junio a septiembre, de ser diaria a acometerse 4 veces a la semana “en zonas sin edificaciones en altura ni actividades comerciales”.
Lo cierto es que, en el fondo del asunto, subyacen las medidas de control de gasto que se están llevando a la práctica desde el Ayuntamiento de l’Eliana. El pago de la tasa de recogida de basuras, recuerdan fuentes consistoriales, “es deficitario”: el desembolso que efectúan los vecinos por este servicio no cubre la cifra económica que factura la empresa encargada de acometer la recogida de basuras. El Ayuntamiento elianero es, obviamente, quien se encarga de ‘cubrir’ la diferencia.
Desde el consistorio de l’Eliana, además, se recuerda que no se ha querido ‘cubrir’ esa diferencia entre lo que se recauda y lo que se debe pagar a la empresa que presta el servicio con una “subida en la carga tributaria”: en efecto, en los tiempos que corren, esa medida sería impopular.
Además, explican desde el equipo de gobierno de dicha localidad, “los cambios acometidos tendrán un alcance limitado” y se están llevando a la práctica “tras un análisis previo de los datos de generación de residuos y de la intensidad del uso real de los contenedores situados en el término municipal”.
Las cifras a las que alude el consistorio establecen que la basura orgánica generada por los ciudadanos era de 8,2 toneladas en 2005 y que esta cifra ha llegado a 7,2 en 2010, “por lo que es viable reducir ligeramente la frecuencia de recogidas en las zonas que no presentan un uso intensivo de los contenedores”.
Finalmente, desde la concejalía de Servicios Urbanos y Sostenibilidad Ambiental se hace hincapié en que “la reducción moderada en algunas frecuencias de recogida de basura permitirá equilibrar los costes económicos, evitando un incremento de la tasa municipal, al tiempo que se mantiene intacta la calidad del servicio”.