Galería de fotos del homenaje en l’Eliana
Rodeado de toda su familia, amigos y vecinos, aunque limitados por las restricciones del covid, el flamante ganador de ‘Maestros de la Costura‘ se dio ayer un baño de felicidad en su pueblo, en l’Eliana. “Siento que soy la persona más feliz del mundo”, reconocía Ancor Montaner, al que ni la mascarilla que llevó en todo momento podía ocultar su sonrisa.
Una felicidad que era recíproca. “Nos has hecho muy felices”, aseguró el alcalde de l’Eliana, Salva Torrent, que alabó los valores “humildad, talento, ilusión, respeto” exhibidos por el aprendiz a lo largo de los diez programas, que él mismo ha seguido con su familia por la tele sin saber el resultado final, el secreto mejor guardado bajo penalización económica.
Junto a Ana, su mujer, musa y culpable de que participara en el talent de moda de La1 y el pequeño Ancor, que hizo honor a su nombre guanche (guerrero de Tenerife), herencia de su abuela canaria, el profesor de Taller Artesano, donde da clases de pintura y patronaje, tuvo palabras para su abuela que le enseñó a utilizar la máquina de coser y que al igual que sus padres, su hermano y su tía estaban también felices.
Las profesoras del colegio Virgen del Carmen y del IES l’Eliana, donde estudió Ancor, y de Taller Artesano se sumaron al emotivo homenaje organizado por el Ayuntamiento, en el que no faltó la voz de Melanie, otra elianera que sabe también lo que es ganar una talent. La ganadora de la Voz Kids, que fue alumna de Ancor en el taller de l’Eliana, le dedicó un tema a capella.
También se dejó caer por l’Eliana el otro concursante valenciano en esta cuarta edición el programa presentado por Raquel Sánchez Silva, Javier, confirmando que una de las mejores cosas que se ha traído Ancor del concurso han sido sus compañeros. “Lluis -el otro finalista- y somos como hermanos”.
Eso y el apoyo de su pueblo que ha sentido a lo largo de casi tres meses de concurso y sobre todo a las puertas de la final. “No habría llegado hasta aquí si no hubiera vivido en l’Eliana, con su desbordante oferta cultural. Doy las gracias por haber vivido aquí y tener a estos vecinos. Esto es demasiado”, afirmaba Ancor, que reconoció con su naturalidad habitual que estaba muy nervioso con este acto que tuvo dos escenarios, en el salón de plenos y el Centro Sociocultural.
Y ahora qué. A corto plazo se mudará a Madrid para recibir el premio de formación -además del económico de 50.000 euros- en la Politécnica en septiembre. Mientras piensa dejarse “guiar por el destino”, “aprender y disfrutar”, después de haberse encontrado a sí mismo y aprendido a valorarse.
Todas las imágenes del acto de homenaje a Ancor Montaner, aquí.