La empresa ‘Little Kiss S.A.’, dedicada al diseño y confección de corsetería, lencería y ropa de baño, se ha reunido con los representantes sindicales para abordar, en período de consultas, la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 108 trabajadores.
José García
La reacción de los sindicatos UGT y CC.OO. ha sido de rechazo a la propuesta efectuada por los dirigentes de la empresa, situada en l’Eliana y fundada en 1959. Según los representantes sindicales, “la situación económica de la empresa no es tan dramática como se pretende hacer creer: la sociedad es claramente solvente”, señalan esas fuentes. “Además, la empresa forma parte de un importante grupo empresarial en donde pueden producirse transacciones comerciales y financieras que pueden repercutir en la situación del negocio”, añaden.
Los sindicatos critican a la empresa “por no haber efectuado ninguna inversión significativa, más allá de las realizadas en 2007 para constituir nuevas empresas” lo que ha supuesto “que las instalaciones y las máquinas sean completamente obsoletas”.
Desde UGT y CC.OO. se apunta a la posibilidad de que el ERE obedezca a una estrategia de deslocalización, “en una decisión tomada hace mucho tiempo y fraguada con inversiones en el exterior”. “No es de recibo que el coste de esa estrategia empresarial recaiga en los trabajadores”, añaden los representante sindicales, quienes han mostrado su oposición ante “el planteamiento de un despido colectivo que afectaría a 108 personas”. Desde la empresa se justifica la propuesta efectuada debido a la caída de la ventas registrada en los últimos tiempos y a la situación económica de ‘Lyttle Kiss’.
Paco Cordellat, representante de CC.OO., se muestra disconforme con esa lectura de la situación actual: “Despedir a 108 de los 137 trabajadores que hay actualmente en la empresa es un indicio evidente de su estrategia de deslocalización: nosotros creemos que sólo quieren que se queden trabajando la logística, personal de administración y quizá gente del almacén. Desde CC.OO. vamos a luchar para que no se produzcan esos despidos y para mantener al máximo de trabajadores en sus puestos… y, a quienes sean despedidos, les deberán dar las compensaciones más altas posibles”.
En términos muy similares se expresa el representante de UGT, Alfredo Sanmartín: “Estas medidas no se ajustan en absoluto a la situación de la empresa: sólo servirán para dejar en l’Eliana a los dirigentes, mientras que la producción recaerá en China, Marruecos y Túnez. Ya en 2007 se deberían haber tomado medidas para hacer más competitiva la empresa, con mejor maquinaria; sin embargo, se destinaron 900.000 euros en ‘inversiones financieras’ encaminadas a llevar la producción a terceros países. Por otro lado, existen fórmulas para reducir costes sin tener que despedir a tanta gente: reducción de jornada, cambios en el tipo de contrato, incentivos para jubilación… Además, nos consta que la empresa posee 4 millones de euros de fondo de maniobras, al tiempo que pretenden hacernos creer que no hay margen para pagar las indemnizaciones. Lucharemos para mantener a la gente en sus puestos de trabajo”.
Desde la empresa se justifica la propuesta efectuada debido a la caída de la ventas registrada en los últimos tiempos y a la situación económica de ‘Lyttle Kiss’. Paco Cordellat, representante de CC.OO., se muestra disconforme con esa lectura de la situación actual: “Despedir a 108 de los 137 trabajadores que hay actualmente en la empresa es un indicio evidente de su estrategia de deslocalización: nosotros creemos que sólo quieren que se queden trabajando la logística, personal de administración y quizá gente del almacén. Desde UGT vamos a luchar para que no se produzcan esos despidos y para mantener al máximo de trabajadores en sus puestos… y, a quienes sean despedidos, les deberán dar las compensaciones más altas posibles”.
En términos muy similares se expresa el representante de UGT, Alfredo Sanmartín: “Estas medidas no se ajustan en absoluto a la situación de la empresa: sólo servirán para dejar en l’Eliana a los dirigentes, mientras que la producción recaerá en China, Marruecos y Túnez. Ya en 2007 se deberían haber tomado medidas para hacer más competitiva la empresa, con mejor maquinaria; sin embargo, se destinaron 900.000 euros en ‘inversiones financieras’ encaminadas a llevar la producción a terceros países. Por otro lado, existen fórmulas para reducir costes sin tener que despedir a tanta gente: reducción de jornada, cambios en el tipo de contrato, incentivos para jubilación… Además, nos consta que la empresa posee 4 millones de euros de fondo de maniobras, al tiempo que pretenden hacernos creer que no hay margen para pagar las indemnizaciones. Lucharemos para mantener a la gente en sus puestos de trabajo”.