La Casa de Bernal, la que fuera residencia del escritor y periodista valenciano Teodoro Llorente, no será adquirida por el Ayuntamiento de La Pobla de Vallbona durante el actual año, debido al elevado precio que reclaman por ella sus actuales propietarios.
José García
La situación en que se encuentra este edificio, que vivió su máximo esplendor a finales del siglo XIX y principios del XX, sigue siendo de lo más atípica: la mitad del mismo fue adquirido por el consistorio poblano, en el verano del año 2002, tras abonar a sus propietarios unos 426.000 euros. Sin embargo, la otra mitad todavía está en manos privadas y, cada día que pasa, se encuentra en un estado más precario.
La Casa de Bernal, curiosamente, está protegida en el plan general de ordenación urbana (PGOU) como “bien de relevancia local, por su interés artístico y arquitectónico”, una situación que impide modificar o cambiar la fisonomía de su fachada principal. Esta protección no impide que el paso de los años esté afectando al estado de conservación de la apariencia exterior del edificio.
Desde el PSPV-PSOE de La Pobla de Vallbona se critica a los dirigentes locales, del PP, por no haber tenido en cuenta las circunstancias que se han acabado produciendo: esto es, que existiera acuerdo para comprar la primera mitad de la Casa de Bernal, pero sea imposible alcanzarlo a la hora de adquirir la otra mitad. En estos momentos, y 10 años después de aquella primera compra, los propietarios reclaman una cifra (1,8 millones de euros) que no pueden ser afrontada por el equipo de gobierno que lidera la popular Mari Carmen Contelles.
“Cuando se compró la mitad de este edificio se debía haber establecido algún tipo de compromiso para que propietarios del inmueble y representantes del consistorio fijaran las bases de una futura compra de la otra mitad del edificio”, critica el portavoz municipal de los socialistas poblanos, Jaume Cortina.
Los socialistas poblanos proponen, asimismo, “la creación de una fundación pública con la participación del ayuntamiento, la Generalitat Valenciana y la Diputación de Valencia para la compra de la casa y futura restauración. Además, esta fundación se encargaría también de la gestión del certamen literario Teodoro Llorente que se celebra anualmente”.