El PSPV de la Pobla de Vallbona ha denunciado que la Generalitat ha dejado sin partida presupuestaria las obras de la ciudad deportiva que llevan paralizadas dos años. El proyecto se inició en 2010 con cargo al Plan Confianza. Cuatro años después el interior del recinto refleja el paso del tiempo con escombros y numerosos materiales de obras esparcidos.
P.G.
El grupo socialista ha censurado la “deficiente” gestión de la Generalitat, con el beneplácito de la alcaldesa popular de La Pobla de Vallbona, Mari Carmen Contelles, por retrasar un año más el final de las obras de la ciudad deportiva “a pesar de que es una infraestructura muy necesaria y demandada por nuestros deportistas por culpa de una administración que ahora sufre las consecuencias del despilfarro y la corrupción de tantos años”.
Las obras están paralizadas desde finales de 2012 cuando la Generalitat, impulsora de un proyecto incluido en el Plan Confianza de financiación, decidió dejar sin partidas este complejo deportivo cuyo coste alcanza los 4 millones de euros.
La ciudad deportiva se inició en septiembre de 2010 con la remodelación total de las antiguas instalaciones deportivas que quedarían integradas junto al pabellón multiusos y la piscina cubierta.
La primera fase se terminó en octubre de 2012 con la construcción de un edificio de control y acceso, un aparcamiento subterráneo de 99 plazas, 12 vestuarios, tres pistas de tenis de césped artificial y una grada cubierta para el campo de fútbol.
Sin embargo, desde entonces no se han realizado más intervenciones en su interior a pesar de a medida que pasa más tiempo los problemas se acumulan en las áreas ya construidas.
Las fases siguientes del proyecto contemplan la construcción de un campo de fútbol de césped artificial, zonas de juegos infantiles y tradicionales, zonas verdes y un área destinada a juegos de pelota como trinquete, galotxa y frontones, además de pistas polideportivas. En total suman 40.000 metros cuadrados.
La portavoz del PSPV, Regina Llavata, ha señalado que este retraso “es el síntoma de un gobierno de Fabra agotado por el despilfarro y la corrupción y que ahora estamos pagando los ciudadanos de la Pobla con un proyecto que debería estar terminado y en marcha; sin embargo, la alcaldesa y su equipo de gobierno, que lo propagaron a bombo y platillo en época electoral, ahora se olvidan de él a pesar de que pagamos unos impuestos y tasas muy altos”.