Entrevista con Jesús Martí y Vicente Fuster Fragua

Entrevistamos a dos poblanos, ahora internacionales, muy queridos y conocidos dentro del panorama futbolístico de nuestra comarca: Jesús Martí, coach deportivo y Vicente Fuster ‘Fragua’, entrenador. Ambos nos cuentan sus aventuras y experiencias en el fútbol internacional.

 

Vicente Fragua, entrenador
Vicente Fuster ‘Fragua’

“Cuando el fútbol en China sea un deporte de masas nos aplastarán”

Del Atlètic Vallbonense a Guatemala y China. Esta es la trayectoria del técnico UEFA Pro Vicente Fuster, Fragua (38 años). A su currículum el poblano añade otro destino, Hainan –China- donde entrena a porteros. Le ha costado adaptarse, pero hace lo que más le gusta: entrenar.

¿Cómo se entrena a un portero?
El entrenamiento con porteros es más reducido, entrenas a dos o tres como mucho. Si estás con el equipo puedes entrenar hasta a 25 jugadores. La diferencia es que con los porteros trabajas de manera específica e individual debajo de la portería y con el equipo de forma global y por líneas: línea de defensa, línea de en medio, y línea de delanteros. Un entrenamiento no tiene nada que ver con el otro.

¿Qué hay detrás de la figura del entrenador?
Hay muchas horas de trabajo. No se llega al campo sin un ejercicio de estudio y planificación. El entrenador analiza al rival y a su equipo a través de vídeos de partidos y de entrenamientos. Así puedes marcar tus objetivos y mejorar. Además hay que estar en continua formación. Cuando tenía 27 años dirigía el Atlètic Vallbonense, y ahora veo que era un inexperto. ¿Por qué lo veo? Porque he seguido formándome y he estudiado muchos cursos (coaching, dirección deportiva…). Lo que está claro es que no hay una manera estándar de entrenar y cada uno se gana al equipo a su manera.

¿Cómo le ha ido en Hainan, China?
Ha sido increíble. He estado entrenando a porteros y he dado clases, teóricas y prácticas, en un curso a 26 entrenadores del país. Es un proyecto a largo plazo y eso me tranquiliza, porque con tiempo puedes ver la evolución y el resultado de tu trabajo. Sí que adaptarme al idioma, que es muy difícil, y a la cultura, sobre todo a los horarios y a la comida, ha sido complicado. Pero es normal porque estás en otra cultura, en otra sociedad, aunque son muy atentos y muy educados. Al final te adaptas al medio con la motivación de que estás haciendo lo que más te gusta. Que en mi caso es entrenar.
 
¿Cómo es el fútbol chino?
En Hainan están en un proceso de crecimiento potencial a nivel técnico importante, aunque no hay tanta afición como aquí y todavía hay carencias a nivel táctico y cognitivo. Los entrenadores solo querían nuestras actividades para copiarlas, pero en fútbol no hay un manual, lo que hoy funciona mañana puede que no, y tienes que controlar muchos parámetros para saber adaptarte.  

¿Qué tiene que aprender el fútbol chino del europeo?
El fútbol en China no es un deporte de masas, pero si llega a serlo aplastará al resto del mundo, porque son muchos con potencial. Pero aún tiene que aprender la intensidad y la continuidad de juego del fútbol europeo, así como la formación continua de los entrenadores. Lo que sí que pasa en China es que tienen buenas instalaciones, y en España no se invierte tanto.

¿Hasta cuándo estará en China?
Yo fui para ver cuál era la situación, porque en Guatemala, donde dirigí diez meses una academia de fútbol, las cosas no fueron tan bien como esperaba. Me ha gustado la experiencia en Hainan así que he firmado con la Federación de Fútbol China hasta el 2018.

 

 

Jesús Martí, coach deportivo
Jesús Martí

“Quiero volver a Nicaragua para fundar mi propia escuela de fútbol”

Para el fútbol hace falta preparación mental. Y esto es lo que el vallbonense Jesús Martí, coach deportivo, ha enseñado en una escuela de fútbol nicaragüense. El poblano (46 años) estuvo en Venezuela y República Dominicana, pero su experiencia en Nicaragua ha sido la más intensa.

¿Cuál es la labor de un coach?
Un coach trabaja con los futbolistas a nivel de equipo, mejorando la dinámica de grupo, y a nivel individual, solucionando la problemática de los jugadores. También con los técnicos para ayudarles a comunicar y, en caso de los niños, con las familias, para que sepan cómo ayudar al chaval.

¿Qué visión existe del coaching en España?
Es bastante desconocido, pero en estas Olimpiadas sí se ha hablado de los coaches de los deportistas. Los técnicos y futbolistas lo ven extraño, pero lo agradecen. Lo que cuesta es que los directivos apuesten económicamente por esto. Yo me he dado cuenta de que en Sudamérica es diferente. Allí el tema psicológico es menos tabú que aquí, saben que la mente influye. Aunque la figura del coach sigue siendo desconocida, cuando fui a Nicaragua fue un bombazo.  

¿Cómo fue su experiencia en Nicaragua?
Ha sido un mes y medio muy intenso. He estado en una escuela de fútbol para niños trabajando con ellos a través de charlas, con técnicos y jugadores de primera y de segunda división, con profesores de educación física y con las familias, para que entiendan la importancia de la disciplina, pues ellos son referentes que tienen que dar ejemplo. Allí me han hecho entrevistas en radio, prensa, televisión… He estado muy a gusto.

¿Qué se lleva de Venezuela, Nicaragua y República Dominicana?
Se aprende mucho en este tipo de viajes y no somos conscientes. Pero te abren los ojos, ves que hay mucho más aparte de tu realidad, y vienes cambiado. Cuando llegas allí tu modo de vida es diferente al que tenías en España. Horarios, comida, costumbres… todo cambia, y lo que traías de tu país ya no vale. Pronto empiezas a adaptarte y a buscarte la vida y eso abre mucho la mente.

¿Qué diferencias existen entre el fútbol español y el sudamericano?
En Sudamérica hay un concepto individualista del jugador. Allí es bueno el que regatea y es habilidoso con el balón. Se valora poco el trabajo de equipo, la táctica y la colocación. Eso no pasa aquí. En Nicaragua no falta el talento, falta base. En Venezuela hay más tradición futbolística y nivel, aunque se sigue premiando al habilidoso. Lo que ocurre es que allí el país está peor a nivel de abastecimiento. Cuando iba a comprar las tiendas estaban vacías, y cuando había de algo se lo llevaban enseguida. Cortaban el agua con frecuencia y yo veía que el país empeoraba a marchas forzadas. Me surgió la oportunidad de ir a Dominicana y me marché con la idea de no volver a Venezuela, porque la situación allí es terrible.

¿Planea volver a Sudamérica?
Estoy intentando volver a Nicaragua porque me gustó la experiencia y falta estructura. Al igual que en Dominicana no se trabaja al futbolista ni en disciplina ni en táctica. Tengo ya algunos contactos para ver si puedo montar una escuela en Nicaragua.

 

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